Dentro de nuestra provincia, podemos hallar una gran variedad de parajes. En Encinas se encuentra uno muy especial, perfecto para dejar la mente en blanco y desconectar.
Al ser una provincia de interior, es difícil encontrar en Valladolid zonas playeras o dedicadas al baño. En cambio, en el embalse de Encinas se puede hallar un lugar no solo dedicado a esta cuestión, sino también al entretenimiento. Merenderos, pesca, camping… hacen de este precioso enclave un emplazamiento idóneo para disfrutar de un día en familia, con los amigos o incluso en solitario.
Ya desde la carretera que da acceso al embalse (con algún que otro bache), se puede divisar la magia que esconde este lugar. Una gran balsa de agua se abre paso dentro de un verde campo. Según se acerca y se va acortando la distancia, el embalse se divisa mucho más grande de lo que aparenta en un primer momento. Incluso en el camino dan ganas de parar el coche y bajarse a contemplar esa bonita estampa.
Las playas adyacentes no cuentan con un gran tamaño, pero son suficientes para dejar la toalla y relajarse mirando el paisaje, tomando un aperitivo o simplemente entablando conversación con las personas de alrededor.
Además, el embalse de Encinas de Esgueva está aprobado para el baño. Es aconsejable tener cuidado al entrar por las piedras que se encuentran en el suelo, pero una vez dentro la sensación es inmejorable. Por muy difícil que parezca, logra transportar al visitante a una de las playas de la costa española.
En definitiva, el embalse de Encinas de Esgueva es uno de esos emplazamientos mágicos que se esconden en nuestra provincia. Nosotros quisimos acercarnos hasta allí porque, como dicen, existen cosas que es mejor vivirlas que contarlas. Damos fe de ello. Las sensaciones que experimentamos allí fueron muy difíciles de explicar. Nosotros seguiremos recorriendo nuestra provincia para descubrir rincones tan especiales como este. Lugares que simplemente te dejan sin palabras.
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