Y llegaron las lluvias, y salieron las setas, y claro, en Simancas los aficionados a la recolección de estos hongos, que son muchos, y cada vez más, andan estos días preparando excursiones micológicas. No solamente por el término municipal, sino también por las diferentes provincias que rayan con la provincia vallisoletana.
La afición por las setas está claramente al alza en el pueblo y a ello han contribuido buena parte de buscadores de Simancas que, en cuanto llega la temporada, no dudan en salir. Eso sí, la mayoría bolsa en mano, en vez de con la preceptiva cesta de mimbre, a buscar unas docenas de setas, fundamentalmente de las llamadas setas de cardo o, científicamente, Pleurotus eryngii.
Simancas es un término que las tiene y en ocasiones, dependiendo del año, la campaña llega a ser más que aceptable. No son pocos los seteros que, mano sobre mano, tratan de encontrar el rico manjar por los perdidos y zonas baldías del término municipal y también en términos aledaños. La seta de cardo es muy apreciada y en el pueblo se sabe perfectamente.
La bibliografía existente asegura que “es una seta que presenta gran variedad de tonos pardos, desde el crema hasta el marrón oscuro. Tiene sombrero más o menos convexo, inicialmente circular y en la madurez más irregular de hasta unos 8 cm. Sus láminas son blanquecinas y decurrentes sobre el pie que suele ser grueso y corto. A veces crece en grupos sobre la misma cepa. Su carne es elástica de olor agradable”.
Asimismo, el pinar de la localidad guarda también otra de las variedades de hongos más a preciadas, aunque en lo culinario bastante alejado de la exquisitez de la seta de cardo. Se trata de los názcalos o Lactarius deliciosus y Simancas los tiene por sus pinares. Aunque, ciertamente, no son tantos los vecinos de la Villa Archivera los que los buscan en nuestro término, prefiriendo desplazarse a otros municipios con mayor representatividad de este hongo.
Pues eso, que la campaña de setas está abierta y que no es difícil encontrar corros de aficionados hablando de sus logros en los diferentes establecimientos de hostelería de Simancas, fundamentalmente en el Bar El Buen Sabor (el de “ Juan Carlos Kisco” ) de la Plaza Mayor. Además, a parte de ser uno de los pocos restaurantes de Simancas- por no decir el único-, que tiene setas a disposición de sus clientes, prácticamente durante los doce meses del año, a diario se entablan animadas conversaciones sobre cómo se va dando una campaña que está en pleno auge.
“Que si yo cogí cinco kilos de setas de cardo en Palencia; que si el otro día llenamos el coche de boletus en Soria, que se me un sitio cerca de Ciguñuela que no lo conoce nadie…. o que, nos vinimos con las cestas vacías donde nos dijeron que había muchas setas…” Son los temas de conversación en estas jornadas entre los aficionados simanquinos. Solamente una cosa para acabar, extremad las precauciones con las setas y si no se las conoce bien es mejor dejarlas en el lugar donde se encuentran, sin destruirlas, ya que es posible que lo que no te resulte familiar sea lo suficientemente conocido por otro recolector y le haga el juego que a ti no te hizo.
Como dato, y sin querer ser alarmista, he de recordar que según la consejería de Sanidad de la Junta de Castilla y León, entre los años 2002 y lo que va de 2013, un total de 226 personas en Castilla y León tuvieron que ser ingresadas. Todas ellas por procesos graves o muy graves, en los hospitales públicos de la Comunidad a causa de intoxicaciones con setas, contabilizándose dos fallecidos, uno en 2006 y otro el año pasado.
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