top of page
Foto del escritorRaquel González

“Si mancas me las dais, mancas no las quiero”

El 30 de agosto teníamos un plan difícil de rechazar. Se celebraba el Festival Summer End 2013, a pocos kilómetros de la capital vallisoletana. Ahí empezó todo. ‘Valladolid, de pueblo en pueblo’ decidió coger cámaras y nos fuimos hasta uno de los pueblos con más historia de la provincia. Una gran cantidad de atractivos han llegado a declarar a la Villa conjunto histórico artístico y todos ellos a unos 10 kilómetros de la ciudad.


Castillo de Simancas
Castillo de Simancas

Hablamos de la localidad de Simancas, lugar por donde transcurre el Río Pisuerga, dejando a su paso una muestra más de su historia. Además, la villa está en el paso de la vertiente madrileña del Camino de Santiago. Desde su majestuoso puente medieval de 17 arcos se puede observar cómo el centro urbano se extiende sobre un pequeño montículo. Si hay algo que merece la pena, es observar desde su mirador toda la Campiña del Pisuerga y del Duero y la Comarca de Pinares, a lo largo del sur de la provincia.

Puente medieval de Simancas
Puente medieval de Simancas

Sin embargo, la mayoría de los que conocen esta localidad destacan el castillo, en la actualidad, convertido en Archivo General y considerado como uno de los archivos más importantes del mundo. Además, conserva algunos restos de las murallas.


Una torre se alza sobre Simancas, perteneciente a la Iglesia del Salvador. El edificio se construyó en el siglo XVI, de estilo gótico tardío con influencia renacentista. Aunque la mencionada torre, pertenece a un edificio anterior del siglo XII, de estilo románico. En su interior, se encuentran diversos diversos retablos y piezas de orfebrería que son merecedores también de mencionar.


Iglesia del Salvador de Simancas
Iglesia del Salvador

Por las calles pequeñas, sinuosas y estrechas de la villa es casi imposible circular en coche. Tampoco hace falta. Merece la pena recorrer cada una de esas calles para encontrarse con la historia que se esconde entre ellas. En el casco antiguo, nos encontramos con la fachada de un antiguo hospital de estilo renacentista del siglo XVI.  El lugar de encuentro y de celebraciones, sin lugar a dudas, es la Plaza Mayor. Ahí se encuentra el edificio del Ayuntamiento, cuya fachada es de estilo neoclásico.


Quisimos ir más allá. Y conocer el plano festivo de Simancas. Y nos encontramos con varias cosas que nos llamaron la atención. En “La Jura de las Doncellas” se escenifica el juramento en la escalinata del Archivo. Acto seguido, los asistentes disfrutan de una limonada y unas tradicionales peonillas (pastas típicas que se elaboran en el pueblo). Con la llegada de agosto, Simancas se prepara para la fiesta del Salvador. En estas fiestas, se conmemora el tradicional acto de nombramiento de las siete doncellas en recuerdo de la famosa leyenda de las “siete mancas”.


Leyenda de las siete mancas
Leyenda de las siete mancas

Según cuentan, por el siglo IX, Abderramán II se hacía regalar cien doncellas cristianas, de las cuales siete de ellas debían de salir de Simancas. Estas siete mujeres se negaron a hacer de tributo y se cortaron una de las manos. Posteriormente, se presentaron ante el Señor de Córdoba, quien dijo: “Si mancas me las dais, mancas no las quiero”. Desde entonces, Simancas recuerda a las heroínas e incorpora a su escudo siete manos pintadas.


Afortunados los simanquinos, nosotros y todos los vallisoletanos, por el grandísimo patrimonio, la vieja historia y los destacados festejos de Simancas. Y porque solo 10 kilómetros nos separan de una de las localidades más bellas y destacadas en toda la provincia y Castilla y león.




Kommentit


bottom of page