Villaco de Esgueva es un pequeño pueblo con casas en su gran mayoría de adobe y piedra situado en la margen izquierda del valle del Esgueva. Cuenta con un maravilloso paisaje en su entorno, gracias a la fisonomía de una valle abierto por el que discurre un río.
1. En cuanto al significado del nombre del pueblo, cabe destacar que en el siglo XIV y varios siglos después, se escribió Villa Haco o Villahaco. Algunas teorías lo remontan al nombre celta Accus o Acus (con el significado de poblado) el Villa latino, lo que daría lugar a un Villa-Accus, nombre redundante en su significado. Para otros, el sonido Vil vendría de Bilo o Billo, divinidad celta equiparable a Marte, dios de la guerra.
2. El trazado de las calles puede recordar al de un castro romano o prerromano. Los elementos de construcción tradicional -mampostería, adobe, madera- se ocultan bajo el cemento, el ladrillo y la chapa pintada dada en los últimos años.
3. En cuanto a edificios de interés, hay que señalar en primer lugar, la Iglesia de San Sebastián, una construcción gótica del siglo XVI en piedra. Es de una sola nave cubierta por una bóveda de arista, y cuya capilla mayor y sacristía se cubren con una bóveda de crucería con terceletes y combados. Su interior presenta una bonita cruz parroquial, y un retablo del siglo XVII.
4. La fiesta de San Sebastián, es más conmemorativa que festiva, por las épocas en las que se celebra. El 20 de enero, siendo la primera del año. Después, el 3 de mayo, se celebra la Exaltación de la Cruz, una fiesta en donde las verbenas, los juegos autóctonos como la petanca o la tanga y una gran paellada para todo el pueblo.
5. Situado a un kilómetro y medio por un camino que surge de las bodegas, se encuentra Fuente del Olmo, cuya peculiaridad estriba en que aparte de contar con mesas y barbacoas donde pasar una agradable jornada, existe una pequeña cascada natural que nace de la misma piedra del páramo.
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