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Foto del escritorDaniel González

Pasado, presente y (por fin) futuro del primer panteón de la Casa de Alba

Durante décadas el convento de Santo Domingo ha llorado en silencio en los extramuros de la localidad abulense de Piedrahíta. Abandonado con la desamortización y reconvertido en cementerio municipal en el siglo XIX, el aire fúnebre de los cientos de tumbas antiguas que se dispersan por lo que fue su claustro y la iglesia, se ha colado por los maltrechos huesos centenarios de un edificio que tuvo muy mala suerte.


Lo que quedó del convento se utilizó como cementerio municipal hasta los años 80 del pasado siglo.
Parte del convento se utilizó como cementerio municipal hasta los años 80 del pasado siglo

Había quien escuchaba ese llanto y trataba de ayudar, pero no era suficiente, pues sus heridas eran costosas de curar. Un convento del siglo XIV necesitaba de manos expertas y de una unión de fuerzas que no llegaba. Así pasaron los años, un tiempo muy valioso desaprovechado, pero no irreversible.


Y, pese a todo, nunca se perdió la esperanza y la noticia más esperada llegó por fin este verano: se aprobaba la contratación de obras de consolidación del convento con una dotación de 339.256 euros. Con ello se materializaba el acuerdo firmado en el año 2021 por el Ayuntamiento de Piedrahíta, la Diputación de Ávila y la Junta de Castilla y León, para promover la puesta a punto de las ruinas y la adecuación de su cementerio para la visita pública.


El convento de Santo Domingo de Piedrahíta está situado extramuros de Piedrahíta, pero no lejos del casco viejo
Exterior del convento de Santo Domingo de Piedrahíta

Rodrigo González, uno de sus principales divulgadores


Un final para una historia desafortunada, y el principio de otra mucho más optimista que con alegría celebra una de las personas que más ha luchado para que se diese. Su nombre es Rodrigo González Labrador, un joven natural de esta localidad abulense quien hizo de altavoz de la agonía del convento cuando nadie lo escuchaba.


Rodrigo González Labrador en el interior de la capilla mayor del convento
Rodrigo González Labrador en el interior de la capilla mayor del convento, donde están enterrados los señores de Valdecorneja.

“Llevo prácticamente toda la vida trabajando para que la gente le haga caso"

“Cuando estaba en el instituto, con 14 años, les mostraba a compañeros y profesores las ruinas”, recuerda el piedrahitense. Ya con la madurez empezó a organizar jornadas culturales, montó vídeos, artículos en blogs especializados y entrevistas en medios de comunicación para divulgar tanto su valor histórico como su deplorable estado. “Llevo prácticamente toda la vida trabajando para que la gente le haga caso”, señala.


Rodrigo González destaca que su trabajo es la continuación del realizado por otras personas décadas antes. “El escuchar esta noticia es un alivio, sobre todo al ver que toda esta labor ha servido para algo. Espero que la comarca lo aprecie”, manifiesta.



Estado actual del interior de la capilla mayor
Estado actual del interior de la capilla mayor del convento

El primer panteón de la Casa de Alba


A partir de ahora solo queda dignificar los muros de un bien patrimonial que adquirió gran importancia para una comarca histórica, el Señorío de Valdecorneja, que fue la cuna de la Casa de Alba en Castilla. Y es que sus fundadores fueron el señor de Valdecorneja y abuelo del primer duque de Alba, Don Hernando Álvarez de Toledo, y su mujer, Doña Leonor de Ayala.


El convento fue erigido en el año 1371 y poblado por 12 monjes dominicos, el mínimo que establecía la bula papal para su creación. Sus fundadores, y el hijo y mujer de éste, están enterrados en lo que hoy es la capilla mayor de su iglesia, convirtiéndose así en el primer espacio ideado como panteón de la Casa de Alba.


Interior de la capilla mayor, primer panteón de la Casa de Alba
Interior de la capilla mayor, primer panteón de la Casa de Alba

Una capilla-panteón de estilo gótico que es precisamente la estancia más antigua y que mejor se conserva de todo el conjunto, o al menos la única que mantiene la cubierta y las vidrieras de sus ventanales apuntados. Espacio que, junto con las dos capillas de los laterales a esta, será donde se acometan las obras principales de consolidación de los próximos meses.


Sin embargo, para hacerse una idea de lo que fue el resto del convento, hay que hacer trabajar a la imaginación. Poco queda de la iglesia, que contaba con tres naves, y del claustro de dos alturas. Lo mismo se puede decir del resto de dependencias (habitaciones de los monjes, cocinas, cuadras…) que nos atestigua en los diferentes estilos de los ventanales de sus muros su ajetreada historia, marcada por unos incendios que hicieron necesaria su reconstrucción hasta en cinco ocasiones.


Una de las fachadas de las dependencias del convento que se mantiene en pie.
Una de las fachadas de las dependencias del convento que se mantiene en pie. Foto: Hispania Nostra

El importante patrocinio de la Casa de Alba facilitó su prosperidad pese a la circunstancias; hasta que llegó el siglo XIX. Primero fue una explosión en la Guerra de la Independencia, cuando fue utilizado como polvorín, y que destruyó casi la totalidad del conjunto. Después vino la desamortización, que terminó con la exclaustración de los pocos monjes que lo habitaban. Finalmente, su iglesia y claustro fueron utilizados como camposanto para el pueblo, hasta que fue clausurado en los años 80 del pasado siglo.


Hablemos de futuro


El siguiente capítulo en su historia, el que estamos escribiendo ahora y en los próximos años, aún es algo incierto. La consolidación es el primer paso para un proyecto que tratará de utilizar el convento y el cementerio antiguo como recursos turísticos para Piedrahíta.



El protocolo firmado por Ayuntamiento, Diputación y Junta, no especifica un proyecto concreto, más allá de acondicionar y hacer visitable el cementerio y parte de lo que queda del conjunto. Por su parte, Rodrigo González, contempla la idea de hacer en el cementerio “un jardín romántico” que sea un atractivo para los turistas, mientras que para la capilla-panteón propone convertirlo en un Centro de Interpretación del origen del Señorío de Valdecorneja.


El Ayuntamiento de Piedrahíta es propietario de toda la parte que engloba el cementerio y las capillas. El resto del conjunto, aunque acabó en manos de particulares, fueron donadas al consistorio por los propietarios. De momento, el convento de Santo Domingo sigue en la Lista Roja del Patrimonio elaborada por la asociación Hispania Nostra, a la espera de que la noticia de rehabilitación se materialice, a la espera de un nuevo principio que tanto ha tardado en llegar.


Las ruinas del convento con la sierra al fondo
Las ruinas del convento con la sierra al fondo

El convento en vídeo


Para ayudar a la divulgación del convento de Santo Domingo y ayudar a comprender su valor histórico y arquitectónico, Rodrigo González filmó un vídeo que resume a la perfección su historia. ¡Aquí lo tenéis!



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