En la extensa comarca de Tierra de Campos podemos descubrir gran diversidad de tradiciones, historias y monumentos; por desgracia muchos de ellos abandonados por el desuso y la falta de suficiente población para permitirse el coste de su mantenimiento. La Ilustre Villa de Mayorga es una excepción, pues aún mantiene muchos de las edificaciones y tradiciones que han marcado la historia del municipio, de Castilla y León y de España.
El pueblo se sitúa en el límite provincial de Valladolid con León y a la vega Izquierda del río Cea. Las primeras muestras de civilización en la zona, datan de la época prehistórica, en la edad de Bronce y Hierro. También hay indicios de población romana y algunos historiadores la identifican con la antigua ciudad Vaccea de Meóriga. En los siglos XI y XII existía como una pequeña población llamada Castro Froilá, que fue abandonada posteriormente por las continuas guerras que sufría la zona, debido a que la localidad se encontraba en medio de las disputas entre los reinos de León y de Castilla. En la segunda mitad del siglo XII el rey Alfonso VII, manda poblar las tierras destruidas.
Es en este momento cuando aparece por primera vez el nombre de Mayorga. Desde entonces la Villa se convierte en un enclave estratégico y poblacional, donde vivían judíos y musulmanes. Esta diversidad cultural está presente en la actualidad. De esta forma, se pueden observar, la antigua judería, con su característico color blanco, y las magníficas iglesias mudéjares con sus extraordinarias torres de ladrillos y sus tejados ornamentados.
Es por toda esta mezcolanza de historia y cultura por lo que la Villa de Mayorga cuenta con uno de los mejores y mayores patrimonios históricos de la provincia de Valladolid. Aglutina en un pequeño espacio numerosos palacios, iglesia y edificios civiles de gran interés turístico. Antiguamente estaba rodeada por una muralla con cuatro puertas de las que solo queda una, conocida como el arco o puerta del sol. Una vez cruzado entramos en el rico patrimonio y casco antiguo de Mayorga. Desde entonces tendremos que andar con cien mil ojos para poder hallar todo aquello que la villa puede enseñarnos.
Comenzamos con uno de las construcciones más destacadas: el Rollo de Justicia, un obelisco circular gótico decorado con cuatro gárgolas. Al mismo tiempo nos encontramos con el buzón, que consta como el más antiguo de España de 1793. Pero sin duda, los enclaves que hacen distinguir a Mayorga del resto de pueblos de la provincia son sus numerosos templos mudéjares.
Destacan las iglesias de Santa Marina y de Santa María del Mercado del siglo XV y la Iglesia de Santa María de Arbas del siglo XVI, esta última, una joya del mudéjar castellano declarado edificio Histórico Artístico. Mas jóvenes son el convento de San Pedro Mártir del s.XVII, la magna y elegante Torre del Salvador del XVIII en la plaza de España y la Ermita de Santo Toribio del XVIII de estilo neorrománico .
A unos metros de la ermita se encuentra la iglesia mozárabe del s.XV de San Juan, donde se ubica el Museo del Pan de Valladolid, que muestra la larga historia y prestigio de nuestro pan vallisoletano a lo largo de la historia. También es destacable el Puente de 1590 sobre el río Cea y su vega repleta de chopos.
El entorno de Mayorga goza de una excelente panorámica desde el Parque Mirador, donde al horizonte su pueden distinguir la Cordillera Cantábrica, desde el Teleno, en el norte de León como la cumbre del Curavacas al norte de la provincia de Palencia. Mayorga también cuenta con el “minizoo” de Parqueluz. Situado a unos 12 kilómetros del casco antiguo, el “minizoo” cuenta con un parque infantil y tres lagunas, así como diversa fauna, especialmente avícola.
Las tradiciones son otro pilar básico de la marca rural de Castilla y Mayorga no va decepcionar para variar. Conocida es su fiesta de Interés Turístico Nacional: “El Vítor”. Data del año 1737 y consiste en una procesión nocturna, donde los vecinos salen con ropas de antaño, cánticos y antorchas a recibir la reliquia de Santo Toribio. La procesión finaliza sobre las cinco de la madrugada.
Son muchas las razones por las que este interesante municipio merece un tiempo en nuestra memoria. Es posible que haya un conjunto de personas que no sepan valorar lo que tiene delante de su frente, pero podemos aseguraros que la riqueza no se mira únicamente por los ojos; pues valoramos siempre más lo que nos hace ser quien somos. El valor sentimental está por encima de todo. Hagamos que todo esto forme parte de nuestro legado, de nuestros sentimientos… Y tendrá un valor incalculable.
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