La localidad segoviana de Domingo García alberga uno de los conjuntos de arte rupestre al aire libre más importantes de la Península Ibérica y de Europa: los grabados rupestres del Cerro de San Isidro. En este lugar –tan poco conocido y valorado- puedes “regresar” al Paleolítico, a la Edad del Bronce y a la época medieval. Un viaje en el tiempo a través de los petroglifos, es decir, de los dibujos grabados en las rocas pizarrosas de la zona.
Estos grabados se encuentran repartidos en 15 rocas y están identificadas hasta 43 figuras: 23 équidos, 9 cérvidos, 7 bóvidos y 4 caprinos; además de otras 14 figuras que aún no están determinadas. En la zona también existen unos 1.500 pequeños grabados post-paleolíticos, correspondientes a la época comprendida desde la Edad del Bronce hasta la Edad Moderna y en los que es posible apreciar distintos animales, figuras humanas y escenas bélicas. Para ello se utilizaron distintas técnicas y, por ese motivo, algunos grabados se vean a simple vista, sobre todos los que utilizaron la técnica del piqueteado o picoteado, pero otros como los rayados cuesta más localizarlos en la roca.
Del periodo paleolítico encontramos abundantes representaciones de animales de estilo naturalista (caballos, cápridos, cérvidos y bóvidos), representados mediante trazos finos incisos en la roca. Estos se sitúan entre finales del Solutrense (20.000-15.000 a.C.) y principios del Magdaleniense (15.000-13.000 a.C.). La mayoría de las figuras son de pequeñas dimensiones y realizadas casi todas con trazo inciso muy fino, lo que dificulta su localización. No obstante una excepción es el gran caballo del panel 1, realizado con técnica de piqueteado.
Por otro lado encontramos el grupo de grabados postpaleolíticos, que utilizan los mismos soportes y comparten espacio en algunos de los paneles rocosos. Todas las figuras están realizadas mediante piqueteado, son de aspecto más esquemático, y la figura humana, aislada o en grupos, adquiere un protagonismo especial, agrupándose en ocasiones en escenas de caza o de lucha.
La representación más llamativa del periodo paleolítico es un équido piqueteado, probablemente sobre un grabado previo, y cuyo estilo podría ser Solutrense o más concretamente entre Solutrense superior y principios del Magdaleniense.
El yacimiento cuenta con atriles explicativos y además el Ayuntamiento de Domingo García impulsó el Centro de Interpretación del Arte Rupestre para poder obtener información básica sobre la zona y explicaciones sobre el yacimiento y sus características además de aspectos históricos.
El vandalismo, un grave peligro para su conservación
A pesar de que yacimiento ha sido declarado Bien Protegido en categoría Arqueológica y en categoría Arte Rupestre, lo cierto es que nada protege estos restos arqueológicos. Tan solo un cartel al inicio del yacimiento pide respeto. Una petición que, por desgracia, algunas personas no han tenido ya que algunos grabados han sido dañados en los últimos años.
Es cierto que estas manifestaciones rupestres grabadas, debido a su fragilidad y sus problemas de conservación, hacen peligrar su permanencia para un tiempo futuro. Es por ello que debemos concienciarnos del gran patrimonio que nuestros antepasados nos dejaron y empezar a educar a las generaciones venideras en la importancia que tiene conocer nuestro pasado.
Grabados presididos por las ruinas de una ermita
En el Cerro de San Isidro se alzan los restos de una ermita de una sola nave y con un ábside semicircular. Se cree que fue la antigua iglesia (posiblemente románica) de un despoblado conocido como San Isidro, que también se identificaba como El Casar. Se reconocen al menos dos etapas en el templo: la medieval, de la que solo se aprecia su estilo románico; y en el siglo XVIII, cuando se la advoca a San Isidro. Debido a su estado de ruina, esta iglesia catalogada como Bien de Interés Cultural se encuentra en la Lista Roja de Patrimonio.
Además en la zona del ábside de la iglesia se puede apreciar una necrópolis altomedieval, la llamada Necrópolis de San Isidro, compuesta por más de una decena de sepulturas antropomorfas excavadas en la rocas. Su orientación es este-oeste y es perfectamente plausible que correspondan a un periodo anterior a los restos románicos visibles y se pueden datar entre los siglos IX-XI.
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¿Cómo llegar?
Desde el municipio segoviano de Santa María la Real de Nieva deberás tomar la carretera comarcal SG-P-3411 y conducir aproximadamente 10 minutos hasta tomar un desvío a la izquierda hacia Domingo García. Allí, a la derecha, es conveniente dejar el vehículo e iniciar un agradable paseo andando hasta el yacimiento, cuyo acceso es libre y gratuito.