El sábado 20 de abril nos desplazamos hasta un pueblo pequeño, pero muy acogedor: Matilla de los Caños. Allí nos recibió Mari Luz Casado González, su Alcaldesa.
Empezó la entrevista con una afirmación contundente: “No soy política”. Antes de convertirse en alcaldesa, estuvo 4 años trabajando en el Ayuntamiento. El anterior alcalde la eligió de concejala, pero la echó sin ningún motivo, según afirmaba Mari Luz Casado. Como cree que lo más importante en la vida es la libertad y, en su opinión, el anterior alcalde no le dejó decidir si quería seguir o no en el Ayuntamiento, decidió usar su libertad en las elecciones. Y salió elegida. Sus comienzos en el cargo no fueron fáciles porque entró en un pueblo dividido, pero poco a poco, dando confianza y tiempo a los vecinos, fue haciéndose con el cargo.
En la entrevista, decidimos centrarnos en la pérdida de población que están sufriendo la mayoría de los municipios, cómo funciona la educación y la sanidad en el pueblo y la permanencia de las tradiciones propias de Matilla de los Caños.
Aunque en Matilla no se hayan producido grandes movimientos de población, nota un pequeño aumento en verano, porque vuelve la gente que tiene casa allí. Matilla de los Caños mantiene una población alrededor de los 100 habitantes.
En cuanto a la educación, los estudiantes van al colegio y al instituto de Tordesillas. Un autobús pasa todos los días a recogerlos. En cambio, sí que disponen de servicios sanitarios en el pueblo. Antes acudía un médico tres días a la semana, aunque ha disminuido a dos con los recortes: un día la enfermera y otro el médico. La principal actividad económica del pueblo es la agricultura. Antes la ganadería tenía más importancia, pero ya solo queda un pastor en el pueblo.
Respecto a las tradiciones, se ha mantenido la fiesta de Santa Eulalia, que se celebra el 10 de diciembre. Como Santa Eulalia murió en una hoguera, el día antes de la fiesta montan una hoguera para conmemorar su muerte. También hace muchos años hubo una tormenta muy grande, que arrasó con el campo. Cayó una gran piedra, que no alcanzó a Matilla. Como esto ocurrió el día de San Urbán (25 de mayo), desde entonces se celebra como una fiesta más.
Mari Luz Casado opina que los medios de comunicación tienen bastante abandonados a los pueblos, sobretodo actualmente. Entre sus proyectos actuales destaca la mejora del cementerio con la incorporación de varios nichos. Además, están intentando arreglar uno de los caños y acondicionar el entorno, con el poco dinero que tienen.
También pudimos hablar con varios vecinos del pueblo. La mayoría estaban allí para visitar a sus familiares, pero habían nacido en Matilla. Habían notado el descenso de población y su progresivo envejecimiento. Aunque nos aseguraron que Matilla de los Caños era un pueblo muy tranquilo y muy bien comunicado. Por lo tanto, una buena elección para aquellas personas que solo buscan tranquilidad.
Comments