El 23 de marzo, Sábado de Pasión, decidimos desplazarnos hasta la Ciudad de los Almirantes para mostrar cómo se vive la Semana Santa en nuestros municipios. Pudimos comprobar de primera mano por qué la Semana Santa de Medina de Rioseco está proclamada fiesta de Interés Turístico Internacional.
Después de ver el traslado de los pasos desde el Museo de Semana Santa hasta las distintas iglesias del pueblo, decidimos adentrarnos en ellas para ver con detalle las tallas que van a recorrer las calles de Medina de Rioseco durante toda la semana. Empezamos con la Iglesia de Santiago Apóstol, donde se guardan todos los pasos que muestran la imagen de Jesús vivo. Una fachada clasicista bastante sencilla da paso a un interior verdaderamente sorprendente. Con tres retablos barrocos (el Mayor dedicado a Santiago, apóstol que da nombre al templo) y numerosas esculturas, la basílica muestra un gran aspecto de majestuosidad.
Carmina, guía que trabaja en las distintas Iglesias del pueblo, nos fue explicando al detalle todas las imágenes, desde la Borriquilla hasta Jesús Nazareno de Santiago, pasando por Nuestra Señor de la Desnudez o La Flagelación. En esta última impresiona el detalle de la espalda. Aunque los pasos no se llenen de flores, todos muestran un gran trabajo en el tallado de la madera. Tan solo faltaba Jesús Atado a la Columna, que se encontraba en la Iglesia de Santa María porque era la imagen elegida para encabezar el pregón que Javier Burrieza Sánchez pronunció esa misma tarde.
En la Capilla de los Pasos Grandes se encuentran las dos imágenes de mayor tamaño: La Crucifixión y El Descendimiento. La Crucifixión es popularmente conocida como El Longinos por el soldado romano que clava la lanza al Crucificado. Está formada por nueve figuras talladas en el siglo XVII por tres autores distintos. El Descendimiento lo componen siete tallas creadas en el siglo XVII, menos la imagen de la Virgen, que fue añadida en 1985. A pesar de las grandes dimensiones de los pasos, ninguno lleva ruedas. Es decir, todas las tallas de la Semana Santa Riosecana son portadas a hombros por cofrades de las diecisiete cofradías existentes.
“Un lugar tocado por la magia del agua”
Nuestra última parada fue la Iglesia de Santa María de Mediavilla. Esta maravilla del siglo XVI muestra un estilo que corresponde al tránsito entre el gótico y el renacentista. Su torre barroca se observa desde cualquier punto del pueblo. A pesar de la riqueza artística del retablo mayor, lo que más destaca de ella es la Capilla de los Benavente, conocida como la Capilla Sixtina de Castilla. En este templo se guardan todos los pasos después de la muerte de Cristo. Podemos encontrar desde imágenes del siglo XVI, como el Cristo de los Afligidos, hasta del siglo XX, como la Virgen de la Soledad. Algunas han ido cambiando, como el Santo Sepulcro, que antiguamente procesaba con una caja de cristal. Ante el altar ya estaba preparado para el pregón el paso de Jesús Atado a la Columna.
Además, aprovechamos para conocer otros rincones de la Ciudad de los Almirantes. Martín Garzo decía que “Medina de Rioseco es un lugar tocado por la magia del agua”. Al llegar al Canal de Castilla esta frase cobró sentido para nosotros. A pesar de que el tiempo no nos acompañó, desde allí divisamos un paisaje realmente fantástico.
Dentro de las Iglesias pudimos comprobar todo el arte que guarda el pueblo vallisoletano y fuera de ellas vimos con qué devoción viven los riosecanos esta semana tan especial. Además del gran número de turistas presentes por la gran popularidad de esta fiesta en todo el mundo. Sus pasos, sus gentes, su patrimonio, su sencillez y su sentimiento hacen de la Semana Santa de Medina de Rioseco una fiesta realmente única.
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