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Cuenca de Campos no se rinde: la carrera contrarreloj para salvar su convento en la UCI

Foto del escritor: Daniel González Daniel González

El convento de San Bernardino de Siena, en Cuenca de Campos, llevaba años avisando pero muy pocos escuchaban sus quejidos. En días lluviosos, las goteras se escurrían por sus grietas y caían en una iglesia hueca, formando una sinfonía escalofriante de auxilio. Un lamento que el pasado 1 de febrero se tornó en un estruendo final. Ese día la fachada sur de la iglesia se desplomó, cumpliéndose los peores augurios de quienes, incansablemente, lucharon por evitar el desastre.


Interior de la iglesia del convento de Cuenca de Campos tras el derrumbe del pasado 1 de febrero
Interior de la iglesia del convento de Cuenca de Campos tras el derrumbe del pasado 1 de febrero

La Fundación Rehabitar Tierra de Campos, propietaria de una parte de este monumento del siglo XV, lo compró hace pocos años a un agricultor para frenar su deterioro. Y en parte lo consiguieron. Fue durante la época de Faustino González Miguel 'Tinín' como alcalde de Cuenca y primer presidente de la Fundación. En esa época se reparó la cúpula de la iglesia y la cubierta del coro con ayuda de la Junta de Castilla y León. “En ambos casos se consiguieron cantidades importantes, pero no hubo fondos para asegurar toda la cubierta y esas son las que están dando problemas ahora”, explica el actual presidente de la Fundación, José Luis Sainz.


Tinín, enamorado de su pueblo y con gran carisma, falleció el 31 de enero de 2022, y desde entonces el convento no ha levantado cabeza. Tres años después de este trágico acontecimiento, la fachada de la iglesia presenta un alarmante agujero y preocupa que pueda haber un efecto dominó. “La parte central de la iglesia es la que tiene más peligro, junto con la espadaña”, advierte Sainz.


Esta situación ha generado una urgencia para actuar, aunque de momento no hay un camino claro dibujado. Desde la Fundación están trabajando en en dos direcciones. Por un lado, con las administraciones públicas ya ha habido una reunión con la Dirección General de Patrimonio, la Diputación de Valladolid y el Ayuntamiento. Según relata Sainz, desde Patrimonio avisaron de que no tenían presupuesto disponible para actuar de urgencia, si bien abrieron la posibilidad de intervenir “si hubiera algún dinero sobrante, de algún remanente, que pudiera utilizarse puntualmente”.


Un compromiso impreciso que conduce irremediablemente a la Fundación a abrir una vía alternativa de financiación. Es ahí donde entra en colación la segunda dirección que están tomando desde la Fundación: el crowdfunding. “Estamos poniendo en marcha un programa de micromecenazgo con la asociación Hispania Nostra. Queremos incidir en los vecinos del pueblo, pero especialmente en los que viven y trabajan fuera, que son los que tienen mayor capacidad económica”.


La fórmula de la financiación a través del altruismo de la ciudadanía es tendencia a la hora de salvar el patrimonio, especialmente en pueblos donde los presupuestos municipales son ajustados al igual que el número de sus vecinos. Cuenca de Campos tiene 198 habitantes censados, de los cuales solo 70 tienen ingresos suficientes para hacer la declaración de la renta, según el informe de la Agencia Tributaria de 2023. “No nos engañemos, estamos en la España vaciada”, se resigna el presidente de la Fundación.




La España vaciada indignada


En el pueblo también reina la resignación, junto con la impotencia. “Yo he venido a misa a esta iglesia y creo que es es una auténtica pena verla así", declara Santiago Calvo, agricultor y uno de los vecinos que vive en el pueblo todo el año. El conquense de 62 años asegura que el clima en el pueblo es de “indignación” por la situación de un monumento que “todo el mundo conoce desde pequeño e, incluso, algunos han visto vivir aquí a las monjas”. Precisamente la última monja abandonó el convento en el año 1967, después lo vendieron a unos agricultores. Uno de ellos se quedó con la iglesia y el otro la zona del claustro. Sin embargo el trato al conjunto fue dispar, pues mientras la iglesia fue la que experimentó un grave deterioro, la zona sur del claustro, más sólida, se ha mantenido con mayor dignidad.


Fue la amenaza de su desaparición completa, lo que provocó la creación de la Fundación Rehabitar Tierra de Campos, que compró la parte de la iglesia y consiguió fondos de las administraciones para rehabilitar las zonas más dañada. Sin embargo, ahora toda esa inversión corre el peligro de convertirse en barro si no se actúa pronto. “Somos críticos con nuestra propia gestión en la medida en que no hemos sabido trasmitir a la Junta la urgencia del estado de la iglesia”, admite Sainz.


La fundación se presentó a la última convocatoria de subvenciones de la Junta para proyectos de gestión de patrimonio cultural. Esta línea de ayudas contó con una partida de 5 millones de euros, era de concurrencia competitiva y fueron receptores de la misma un total de 34 proyectos. El convento de Cuenca de Campos no fue uno de ellos. “Presentamos, en septiembre de 2024, un anteproyecto de 138.000 euros, de los cuales solicitábamos a la Junta 110.500. Hicimos un estudio entonces para saber cuánto necesitábamos. Desgraciadamente la Junta no seleccionó nuestro proyecto”.


Esa es la cantidad con la que calculan se consolidaría el edificio. No obstante, ahora lo más urgente para la Fundación es colocar tirantes en los muros para evitar que se inclinen más y poner apeos y contenciones para contrarrestar el empuje lateral de las bóvedas. Para ello han acordado con la Junta contar con un proyecto de intervención a mano para utilizarlo en el momento que haya un remanente presupuestario.


Fachada sur de la iglesia del convento de Cuenca de Campos
Fachada sur de la iglesia del convento de Cuenca de Campos

Aunque la esperanza no se pierde, la desolación es el sentimiento imperante en la Fundación y en el pueblo. “Algunas personas me lo dicen abiertamente, es tanto dinero el que se necesita que la mejor solución es que se caiga”, señala Sainz. Una visión que se niegan a aceptar desde el colectivo que adquirió el convento con el sueño no solo de restaurarlo, sino de convertirlo en un referente cultural y turístico de la comarca. El objetivo es transformarlo en un Centro de Rehabilitación de la Arquitectura en Tierra. “Junto al convento, se están cayendo cientos de casas, palomares, paneras, chozos... Toda la comarca de Tierra de Campos es un cofre lleno de joyas que tenemos que poner en valor. Hay que poner en el mapa a Cuenca, a la comarca, y generar itinerarios para atraer un turismo cultural en el que tenemos grandes valores”, sentencia.


Galería Fotográfica del Convento de Cuenca de Campos




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