De Aguilar de Campos a Villasexmir, pasando por Melgar de Abajo. Así comienza nuestra andadura por los pueblos vallisoletanos, con las imágenes que todos vosotros nos habéis ido enviando. ¡Todo a través de las redes sociales! Muchos de vosotros elegisteis vía twitter, otros por correo y otros tanto vía facebook. Sea como fuere, lo cierto es que hoy podemos publicar todas y cada una de esas fotografías. Y os tenemos que dar las gracias por ello, porque hacéis que “Amigos de los pueblos” sea posible.
Y como creemos que lo más importante en vuestra sección es que encontréis todo de la manera más rápida y fácil posible, hemos decidido publicarlos por orden alfabético. ¡He aquí el ABC de los municipios vallisoletanos!
Con la A
Pequeño pueblo a 61 kilómetros de Valladolid, que se le identifica con la población de intercatia que fue atacada en el año 151 antes de Cristo por Lúculo. ¿Lo tenéis? ¡Aguilar de Campos! En su Plaza Mayor se halla su elemento más significativo, el “Rollo”, una obra gótica del siglo XV, símbolo de feudalismo y vasallaje, testimonio del rango de villa que hoy en día conserva.
En la misma plaza se encuentra la iglesia de San Andrés, edificio gótico-mudéjar del siglo XIV elaborado en mampostería y ladrillo con una cabecera poligonal y con bóveda de crecería gótica.
Es destacable su portada prinicipal de estilo cordobés enmarcada por un alfiz adovelado. Junto a la iglesia, en un pequeño altozano desde el que se observa una bonita vista del pueblo, se ubican los escasos restos del antiguo gran castillo que existía hace más de nueve siglos.
La otra iglesia, la de Santa María, es de estilo gótico y realizada en el siglo XVI a base de ladrillos con tres naves cubiertas con techos de madera. La virgen, que da nombre a la Ermita de la Virgen de las Fuentes, es la que aglutina el centro de interés de las dos grandes fiestas que se celebran. Desde el “Mirador de Castilla” se puede admirar una impresionante vista de 180 grados sobre la Tierra de Campos.
A 58 kilómetros de Valladolid, más limítrofe de tierras zamoranas y salmantinas que de la capital, en un territorio inmensamente llano, y en el que destacan las dos esbeltas torres de sus edificios más interesantes, las iglesias de San Pedro y Santa María. Estamos hablando de…¡Alaejos!
Declarada Monumento Histórico-Artístico, la Iglesia de San Pedro fue diseñada en el siglo XVI con estilos tanto góticos como renacentistas. Comparte ubicación con el Ayuntamiento, ubicado en la Plaza Mayor. El otro edificio de interés dentro de la arquitectura religiosa, es la Ermita de la Virgen de la Casita, llamada así por una leyenda.
Otras construcciones a mencionar son el Ayuntamiento, del siglo XVIII, el antiguo Hospital del Buen Pastor fundado para ayudar a los pobres en el siglo XVII y cinco casas blasonadas de un notable atractivo, entre las que destacan: la Casa del Inquisidor, la Casa del Marqués de Gastañaga, la Casa de los Beneficiarios de Santa María, la Casa de los Regidores, y la Casa del Obispo. Aunque no quedan muchos restos de él, hubo un castillo, situado en las últimas casas de Alaejos.
Alaejos, debido a su posición extraordinaria dentro de la conocida “Ruta de los Portugueses”, da cabida al descanso y al disfrute de la gastronomía típica de la tierra, como las empanadas de chorizo o morcilla, los “arrastraos” , los “priscos” o las “cagadas de gato”.
Con la B
Única localidad del norte de la provincia de Valladolid que es cruce de caminos de dos carreteras nacionales, situado a unos 72 kilómetros de la capital. ¡Becilla de Valderaduey!
Su origen, como así lo atestiguan las construcciones halladas en el municipio, es de época romana. Hay restos de una calzada romana que se conservan todavía a las afueras del centro urbano al sur de la localidad y junto al río Valderaduey. El puente está compuesto por tres ojos con arcos de medio punto, y por él cruza la calzada romana que luego discurre a orillas del río. Están declarados Bien de Interés Cultural.
La Iglesia de Santa María está realizada en ladrillo y tapial en el siglo XVIII, basada en un estilo propiamente barroco. Posee espadaña, bóveda de cañón con lunetos y una cúpula sobre pechinas en el crucero. Además es digno de mencionar los dos retablos del siglo XVIII, uno de ellos barroco y otro neoclásico, así como una colección de más de 15 cruces procesionales. La Iglesia de San Miguel, del siglo XVI en estilo mudéjar, tanto el edificio como el artesonado que cubre la nave central.
Entre sus fiestas y tradiciones merecen ser destacadas las Fiestas de San Roque en torno al 16 de agosto donde las verbenas, las corales, las jotas regionales y los juegos tradicionales son los actos principales.
Existen dos versiones sobre el origen del nombre del siguiente municipio. La primera dice que en el pueblo abundaba la planta “Boj”. La segunda atribuye su procedencia a un pequeño buey que acudía a una fuente del pueblo, al que se llamaba “bueyecillo”. ¿El nombre del municipio? ¡Boecillo!
Su iglesia parroquial es de estilo neoclásico muy reformado por un incendio que ocurrío en 1895. Cuenta con una nave entre arcos de medio punto, cubierta de cañón con lunetos y cúpula en el crucero. Por otro lado, el palacio de los Condes de Gamazo, de finales del siglo XIX. Actualmente en él tiene su sede el Casino de Castilla y León.
El colegio de los escoceses, antiguo colegio fundado por Felipe II. Tenían el mayor viñedo de Boecillo, que producía un excelente vino. Y por último, aunque un principio eran de uso particular se encuentran las Bodegas. En la actualidad, la mayoría se han reformado y modernizado, para convertirse en restaurantes que adquieren con los años gran prestigio.
Este pequeño pueblo a 78 de Valladolid, fue propiedad solariega en los siglos XII y XIII de Doña Inés Ramírez durante el reinado de Fernando IV. ¿De qué municipio hablamos? ¡Bustillo de Chaves!
Resalta su encantadora Plaza Mayor donde se encuentra el ayuntamiento. Al callejear podemos encontrar un lugar tranquilo y evocador como es el Teso de San Miguel, un punto algo más elevado que el resto del pueblo y desde el cual se obtiene una espléndida panorámica de parte de la Tierra de Campos.
Donde antes se encontraba una torre mudéjar que pertenecía a otra iglesia anterior, y de la hoy no se conserva nada, hoy se encuentra otra en mampostería y ladrillo adosada a la vieja torre. Resultan curiosas las fiestas del pueblo, ya que siendo dos, son las mismas, es decir que se veneran a los mismos mártires, San Fabián y San Sebastián.
Con la C
Es un pueblo con una bella estampa, junto al río Cega y rodeado de páramos que parecen envolverlo en dicho valle; páramos que permiten obtener buenas panorámicas del entorno. ¿Lo adivináis? ¡Cogeces de Íscar!
Su edificio más destacado, es la Iglesia de San Martín de Tours. Es del siglo XIII, en estilo gótico y de piedra. Visto desde el exterior, nos ofrece una bella portada con arco apuntado, así como una esbelta torre. Su interior, se muestra con una nave cubierta por una bóveda de cañón con yeserías del siglo XVIII, mientras que la capilla mayor posee una de crucería.
Si paseas por calles, encuentras dos casas señoriales: una en la calle Rinconada perteneciente a Alvar Fañez, señor feudal del castillo de Íscar y otra en la calle Real del Puente que perteneció a la Inquisición.
Situado a 55 kilómetros de Valladolid, capital por excelencia de la comarca de La Churrería. Situado en los “Altos de la Mula”, en el páramo que se extiende a la izquierda del valle del río Duero. No podía ser otro municipio…¡Campaspero!
Es un pueblo de gran elegancia y sobriedad en sus casas, una sobriedad que le dan sus piedras blancas. Estas famosas piedras, sacadas de las canteras que pueblan su páramo, hacen que la localidad siga manteniendo viva su tradición.
Su elegancia viene dada por el conjunto que forman la Plaza Mayor y la Plaza de Santo Domingo. La primera alberga el edificio del Ayuntamiento y la segunda la Iglesia de Santo Domingo de Guzmán.
Barroca del siglo XVIII, con planta de cruz latina de una sola nave con bóveda de cañón con lunetos y tallas de importancia como la de la Virgen de la Asunción.
En el apartado festivo, Campaspero cuenta con dos fiestas de tradición. La primera es la de Pentecostés y Virgen del Amor Hermoso, patrona del pueblo. Pero las más esperadas son las fiestas en honor del patrono, Santo Domingo de Guzmán.
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