Existe un pueblo palentino cuya historia se remonta a finales de la Edad de Bronce, inscrito en el área cultural y geográfica de los Vacceos. Además, es una villa declarada Conjunto Histórico Artístico en la que podemos encontrar un rico patrimonio, con obras de Pedro Berruguete de la transición del gótico al renacimiento, junto con piezas de grandes artistas de imaginería castellana. Si no sabes de qué localidad se trata hay una pista más. Es muy conocida en toda la provincia por su cerveza artesana. Así es, hablo de Becerril de Campos.
En la Edad Media Becerril perteneció a la Casa de Lara para pasar posteriormente a ser villa de Behetría. En el Becerro de las Behetrías de Castilla, del siglo XIV, consta que Becerril “es lugar de Behetría de don Juan Alfonso de Alburquerque”. Asimismo fue cabeza de las behetrías de Campos y Palencia.
Esta villa ha pasado por diversas manos, entre ellas el conde de Paredes, don Rodrigo Manrique. En el siglo XV el Emperador Carlos V pasó por Becerril debido a la peste que le obligó a salir de Valladolid y junto con el Consejo de Hacienda, los contadores y el personal de la Emperatriz se instaló en la villa. En la documentación del Archivo Municipal consta como villa realenga durante todo el Antiguo Régimen gracias a su presencia en la vida de la corona.
Becerril es un pueblo destacado por el gran número de habitantes con los que ha contado a lo largo de su historia y, sobre todo, por su arraigo a la religión católica. Hacia 1825 contaba con 3.000 habitantes, 6 parroquias, 2 ermitas, y un pósito. No es de extrañar el número de iglesias que tuvo, pues en 1345 contaba con 30 sacerdotes, 14 diáconos y 28 subdiáconos y otros clérigos de órdenes menores. Ya a finales del siglo XVIII los clérigos eran casi cuarenta.
El pasado histórico de la villa queda reflejado en varios de los edificios conservados, así como en alguna de sus casas. Parte del entramado urbano todavía conserva el tipismo de los pueblos de Tierra de Campos. En relación a ello destaca una antigua puerta de la muralla cuya labor era circundar la población. Se trata de una puerta de arco apuntado flanqueada por dos cubos cilíndricos. También se conservan restos de otra puerta, al sur, junto al ábside de la iglesia de San Miguel.
Una de las más importantes obras de ingeniería de la época ilustrada en España es el Canal de Castilla, que bordea la localidad desde el norte hacia el suroeste. Sobre él se levanta un puente por donde actualmente cruza la carretera que lleva a Fuentes de Nava.
La villa contaba con siete iglesias y dos ermitas. Las iglesias estaban bajo la advocación de Santa Eugenia, de Santa María, de San Martín, de San Miguel, de San Pelayo, de San Pedro y de San Juan. Seis de ellas han pervivido hasta comienzos del siglo XX, pero el paso del tiempo se ha llevado recuerdos, arte e historia. Es tal la pérdida que en 1771 la iglesia de San Juan se incendió y no quedan restos actualmente. Además, en el mismo siglo se derriba la Iglesia de San Pelayo. Hoy en día, vemos en ruinas las iglesias de San Martín, San Miguel y San Pedro.
La parroquia de la villa es la Iglesia de Santa Eugenia, un edificio renacentista construido en 1536 por Rodrigo Gil de Hontañón y Alonso de Pando. La obra se alargó hasta comienzos del siglo XVII, cuando concluyó la capilla mayor y las colaterales. Se trata de un templo de tres naves separadas por pilares, cubiertas con bóvedas de arista y una cúpula ovalada sobre el crucero, decoradas con yeserías del siglo XVII. Las tres naves tienen la misma altura, lo que origina una planta tipo salón.
La sacristía data del siglo XVIII y está situada en el lado de la epístola. La portada se abre allí y está decorada con arcos conopiales y trilobulados, adornada con tracerías flamígeras similares a otras obras del periodo hispanoflamenco. En su interior destacamos el retablo mayor barroco, además de otros retablos de los siglos XVI, XVII y XVIII. Conserva también un elegante púlpito del siglo XVIII. Junto a la Iglesia de Santa Eugenia, en la plaza del Obispo Ibañez, se observa una fuente construida en 1594 por los canteros Juan de Hermosa y Pedro de Cerecedo.
La Iglesia Museo de Santa María es uno de los edificios más antiguos de Becerril, pues data del siglo XV. En su interior alberga un museo de arte sacro con piezas de orfebrería junto con obras recogidas de otras iglesias, pintura, escultura y orfebrería. Guarda cuadros de Pedro Berruguete y esculturas de Alejo de Vahía. Otras obras destacadas son el retablo, el coro, el púlpito y el artesonado. Puesto que los museos son lugares vivos, donde la experiencia del conocimiento es la máxima no se puede pasar por Becerril sin visitar dicha iglesia.
La única ermita que se conserva es la Ermita del Cristo de San Felices. Se encuentra a pocos kilómetros del pueblo, por la carretera que une Becerril con Monzón de Campos, en lo alto de una loma. San Felices fue un pequeño poblado, el cual desde el siglo XI perteneció al Monasterio de San Zoilo y entró en el lote de posesiones que los Condes de Carrión D. Gómez Díaz y Dª Teresa, dieron a la Abadía benedictina en el año 1047.
El Humilladero se puede fechar en el siglo XVIII, lo que encajaría con la fecha de 1773 que puede verse en uno de los pilones. Se construyó como testimonio de piedad cristiana. Está ubicado al borde del camino junto a la Fuente Vieja, donde los viajeros podían arrodillarse al pasar por un lugar devoto. El hecho de postrarse ante la imagen de la cruz que se halla en su interior para invocarle oraciones se conocía con el nombre de humillación.
Entre 1904 y 1909 se construyó la Casa Consistorial, situada en la plaza céntrica de la villa. Este lugar alojó tiempo atrás las escuelas, cárceles y portales antiguos. El edificio actual es obra del arquitecto Rafael Geigel Sabat y consta de dos plantas de base rectangular.
En el salón de sesiones se conserva una galería de retratos de los Reyes de España, desde Felipe El Hermoso hasta Felipe V, realizados en el siglo XVIII y donados por D. Baltasar Pimienta Reol en 1712, párroco de la iglesia San Martín. Para donarlos el párroco propuso que todos los años el 11 de noviembre se debía asistir a misa y sermón. Otra de las cláusulas establecidas fue que la iglesia podría exigir la devolución de las obras si el Ayuntamiento faltase.
Después de tanto patrimonio e historia todavía queda lugar para un dato curioso. El programa de TVE “Informe Semanal” emitía por primera vez el sábado 31 de marzo de 1973 y lo hacía con un reportaje grabado en las calles de Becerril de Campos. Estaba realizado por Javier Basilio y su protagonista, el atleta Mariano Haro. El reportaje era acorde con los mitos del régimen sobre la victoria del tesón castellano, aunque con cierto parecido a la serie “Crónicas de un pueblo”. A parte de esto, el vídeo se utilizó en la serie de TVE “Cuéntame cómo pasó”. Asimismo, en dos ocasiones ha sido la imagen elegida por Loterías y Apuestas del Estado para los décimos del Sorteo Extraordinario de Navidad.
Como no podía ser de otro modo al tratarse de un pueblo palentino despuntan sus fiestas en honor a los patrones de la villa. Debido a la conciencia religiosa de marcado carácter localista sus celebraciones están relacionadas con el ciclo agrario. Desde tiempos remotos hasta la actualidad perduran en fiestas como: San Isidro el 15 de mayo, Romería del pan y queso el último sábado del mes de mayo, Cristo de los pastores el último domingo del mes de septiembre, San Antón y la matanza el 17 de enero y los quintos, para los más jóvenes, en el mes de febrero. Y para no perder el hilo entre sus fiestas y su turismo, e incluso entrar en calor en los días de invierno, no se puede abandonar Becerril sin probar su aguardiente y su cerveza artesanal.
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