El deseo de que nuestros pueblos “vayan a más y no a menos”, como por desgracia así viene ocurriendo desde hace ya demasiado tiempo en Castilla y León, es un anhelo compartido por todos cuantos amamos el medio rural. Ese es, además, el futuro que desea para Aldea del Obispo la alcaldesa de este pequeño municipio salmantino situado en la frontera con Portugal, a unos 40 kilómetros al oeste de Ciudad Rodrigo.
En ese grito de auxilio a la denominada España Vaciada que lanza la regidora Rosa Baz Marcos, de que el municipio “no vaya a menos porque ya a bastante menos hemos ido”, se pide por ejemplo mantener un servicio tan esencial como es el colegio. En este sentido, la alcaldesa recalca que un pueblo sin niños “no es nada” porque llenan de alegría unas calles cada vez menos transitadas.
Precisamente y con el objetivo de luchar contra la preocupante tendencia de pérdida de habitantes, Aldea del Obispo se quiso sumar al proyecto “Holapueblo” siendo finalmente uno de los setenta pueblos seleccionados entre las 121 candidaturas recibidas. Esta iniciativa, impulsada por el Grupo red Eléctrica, Correos y AlmaNatura, busca facilitar que nuevos emprendedores se muden a entornos rurales para poner en marcha sus ideas.
De esta forma llegaría a Aldea del Obispo, por ejemplo, una familia de Buenos Aires que estaría interesada en hacerse cargo del Centro de Día de la localidad. Así lo ha avanzado Juan Luis Cepa, concejal de Aldea del Obispo, quien apunta que es la “idea más avanzada” de todas las llamadas que están recibiendo de personas interesadas en instalarse en el municipio. “Es un pueblo muy acogedor, el que viene se queda”, subraya la regidora.
Desde el consistorio reconocen que existen oportunidades de trabajo en el municipio más allá de la ganadería extensiva de vacuno. La localidad cuenta con potencialidades y fortalezas aún por explorar como su potencial turístico, su capacidad logística con el corredor del oeste y la cooperación transfronteriza.
La cercanía a Portugal, a otros pueblos y a la autovía de Lisboa a París; la disponibilidad de casi todos los servicios y las oportunidades de emprender en un entorno tranquilo convierten a Aldea del Obispo en un municipio por el que apostar para vivir. Tal y como apunta la alcaldesa, la localidad cuenta con colegio; consultorio médico; farmacia; dos tiendas de alimentación y una buena oferta de alquiler y venta de vivienda tanto pública como privada, además de un albergue totalmente equipado a un precio asequible.
Con respecto a su riqueza cultural cabe destacar la afición por el teatro entre sus vecinos, quienes disfrutan durante las fiestas de verano en el mes de agosto de una semana entera dedicada a la cultura. La fiesta patronal de Aldea del Obispo es el 20 de enero: festividad San Sebastián.
Y es precisamente, ese día, cuando tradicionalmente se interpreta en la iglesia de Aldea del Obispo la Misa popular en latín, una manifestación musical de la religiosidad popular salmantina. Este tipo de manifestación de la tradición popular se corresponde con otros tipos de misas similares, aunque las singularidades que aporta la propia tradición local hace de cada una de estas misas piezas únicas, vinculadas a la identidad de la localidad. Por ello el Instituto de las Identidades procedió, el 5 de agosto de 2010, a la grabación sonora de los cantos que dan forma a esta Misa popular de San Sebastián, que se realizó en la iglesia de la localidad con la participación de las personas que mejor recordaban dicha misa.
La iglesia parroquial de San Sebastián, cuyo interior sorprende al visitante, forma parte de su innegable patrimonio natural, histórico y arquitectónico, presidido por el Real Fuerte de la Concepción, cuya historia y magnitud pueden conocerse en el Aula del Fuerte ubicada al lado del Ayuntamiento.
Es desde ese último lugar, el consistorio, desde el que luchan para que el futuro que desea para Aldea del Obispo la alcaldesa de este pequeño municipio salmantino, de que “vaya a más y no a menos”, sea una realidad.
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