Este pequeño y desconocido pueblo situado en la desembocadura de los Montes Torozos en Tierra de Campos y cercano a la provincia de Zamora, es uno de los muchos pueblos agraciados con un castillo en la provincia de Valladolid. Villavellid es un lugar de contrastes pues aún teniendo un patrimonio destacable, este se encuentra en su gran parte en estado de ruina consolidada, una fotografía que aporta cierta melancolía a esta histórica villa.
Es su antigua posición fronteriza entre el Reino de León y el Reino de Castilla una de las razones por las que Villavellid fue dotada de una fortaleza, al igual que otros pueblos cercanos y emblemáticos como Tiedra o Urueña. El castillo del siglo XV construido por orden de don Diego de Almanza, regidor de Toro, sigue los parámetro de la Escuela de Valladolid con una planta cuadrada esquinada por tres cubos y una torre del homenaje en la cuarta esquina. Aunque en la actualidad está en ruinas, el castillo todavía conserva gran parte de su estructura original y continúa siendo el edificio más monumental de Villavellid.
El patrimonio religioso de la localidad lo completan dos iglesias. La de Santa María situada en la entrada del pueblo, con una estructura algo irregular y rehabilitada con materiales nuevos que contrastan demasiado con los más antiguos, y que atestigua una realidad que padecen muchas iglesias de Castilla y León que fueron rehabilitadas con materiales modernos o anacrónicos. En el interior de este iglesia se ubican dos imágenes de valor, la de San Miguel y la de la Virgen, este última realizada por uno de los discípulos de Juan de Juni.
Por otro lado, en las afueras del casco viejo del pueblo nos encontramos con la Iglesia de San Miguel del siglo XVI, que al igual que el castillo se encuentra en estado de ruina, y su carcomida estructura está dominada hoy por los aves que convierten sus sagradas dependencias en un improvisado palomar.
El resto del pueblo lo conforman sus casas de adobe y piedra, y las callejuelas salpicadas de otros edificios en ruinas que permiten imaginar al visitante la decadencia que ha experimentado Villavellid a raíz del éxodo rural, que afectó con especial intensidad a los pequeños pueblos terracampinos lejanos de las ciudades y de los servicios que aportan.
Villavellid tiene mala suerte. Una mala suerte que parte de una desequilibrada tendencia demográfica en Castilla y León, que concentra la mayoría de su población en pocos municipios, mientras los otros desafortunados municipios como Villavellid, mueren lentamente, abandonando a su paso un patrimonio histórico y religioso de gran valor, que sin unos ojos que los contemplen y unas manos que los cuiden, terminan siendo víctimas de esta fotografía melancólica.
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