El Camino de Santiago es una de las vías históricas de peregrinación más importantes de Europa, conformando un papel fundamental como vía de comunicación e intercambio cultural desde sus comienzos hasta la actualidad.
El territorio de lo que hoy conocemos como Castilla y León se encuentra a medio trayecto entre la entrada a la Península Ibérica por los Pirineos y Santiago de Compostela. Por esta razón, ha experimentado un tránsito constante de peregrinos del Camino de Santiago durante siglos.
Además de su magnífico patrimonio histórico material, Castilla y León también cuenta con hermosos parajes naturales alrededor de las doce rutas del Camino que pasan por esta Comunidad.
¿Nos acompañáis a descubrir algunos de ellos?
Ruinas del Castillo de Castrojeriz (Burgos)
Castrojeriz es una población situada en la provincia de Burgos y constituye una parada destacada en el Camino Francés, el cual cruza la ciudad longitudinalmente. Localidad peregrina por excelencia, en la Edad Media se convirtió en la población burgalesa más importante del Camino.
Su calle principal mide más de dos kilómetros, característica que llevó a los peregrinos alemanes a bautizarla como “ciudad larga”.
Entre sus monumentos, destaca su castillo medieval, construido a finales del siglo VIII. Algunas fuentes aseguran que fue fundado por el mismísimo Julio César. En él fue asesinada en 1359 la reina Leonor de Castilla, por orden de su sobrino, Pedro I. Actualmente las cubiertas se hallan completamente arruinadas, aunque aún se pueden observar los arranques de las bóvedas.
Cruz de Ferro (León)
Este crucero supone el punto más alto del Camino de Santiago Francés, a unos 1500 metros de altura. Se sitúa entre las localidades de Foncebadón y Manjarín, pertenecientes al municipio leonés de Santa Colomba de Somoza.
Lo curioso de esta estructura es su base. La cual, con el paso de los años, ha ido formando un montículo. La leyenda cuenta que cuando se construyó la catedral de Santiago de Compostela, se pidió a los peregrinos que contribuyeran llevando una piedra. Esto desencadenó en la tradición de lanzar una piedra traída del lugar de origen del peregrino, de espaldas a la cruz, para simbolizar que se ha dejado atrás el puerto.
En 1982 se construyó junto a la Cruz una capilla dedicada al apóstol Santiago.
Puerta del Perdón de Villafranca del Bierzo (León)
La Iglesia de Santiago de Villafranca es un gran ejemplo del románico leonés, levantado entre los siglos XII y XIII.
La Edad media fue una época mucho más precaria y dura que en la actualidad, lo cual se traducía en que el Camino de Santiago fuera una aventura exigente y culminarla, algo casi épico. Fallecer durante el trayecto no era algo extraño. Por eso, a las personas que enfermaban durante la ruta, se añadían las que ya partían con dolencias, buscando las indulgencias asociadas a esta peregrinación.
Se cree que Calixto III, papa del siglo XV, concedió a este templo el privilegio de que el acceso a la iglesia a través de una puerta secundaria, la del Perdón, concediera el Jubileo a aquellos enfermos que no pudieran seguir hacia Santiago.
Iglesia de San Martín de Frómista (Palencia)
Emparentada tipológicamente con las corrientes arquitectónicas de Jaca, en el Pirineo Aragonés, este templo formaba parte de un monasterio benedictino fundado en 1066 por la condesa Doña Mayor de Castilla.
Actualmente es considerado el edificio románico más puro y representativo de la provincia de Palencia y es, sin duda, uno de los más importantes de toda la península.
A pesar de la sencillez de su construcción, en San Martín destacan los capiteles de las columnas del interior y los 314 canecillos exteriores que recorren todo el alero de sus tejados. Estos son de una perfección y una variedad asombrosas. El edificio actual es un reflejo tanto de las sensibilidades del siglo diecinueve, como las de los hombres de la Edad Media, tras su controvertida restauración, que eliminó el contenido explícitamente sexual de sus canecillos tallados.
Monasterio de San Zoilo de Carrión de los Condes (Palencia)
Unas excavaciones dieron a la luz unos elementos constructivos de estilo románico, por lo que la historia de la arquitectura se remonta al siglo XI. Originalmente se levantó en el Camino de Santiago y tiene el privilegio de estar aprobado por la UNESCO como Monasterio Histórico-Artístico y Patrimonio de la Humanidad asociado al Camino Francés y Camino del Norte en España.
El templo otorgaba a los peregrinos “el consumo de pan y vino a discreción”, un hecho benéfico por el que consiguió tanta popularidad. A día de hoy, en el interior del Monasterio de San Zoilo de Carrión de los Condes se puede disfrutar de interesantes trabajos de escultura, así como otros elementos declarados Bien de Interés Cultural.
Monasterio de Santa Marta de Tera (Zamora)
Se trata de la iglesia románica más antigua de Zamora y una de las más longevas de la Península. Actualmente se conserva un precioso templo de cruz latina con un ábside rectangular que la conecta con otros raros ejemplos de la tradición prerrománica hispana.
Su portada meridional es uno de sus rincones más buscados, sobre todo porque de uno de sus costados pende la representación escultórica más antigua del apóstol Santiago en pose de peregrino. Esta estatua se hizo especialmente famosa al protagonizar una de las caras de la moneda de 5 pesetas dedicada a conmemorar el Año Jubilar Compostelano de 1993.
En esta iglesia se produce todos los años en el solsticio de otoño y en el de primavera un fenómeno curioso: A una hora concreta (las 10 en el primer caso y las 9 en el segundo), la luz entra por el óculo de la iglesia cayendo exactamente sobre el capitel del alma salvífica, donde se simboliza el equilibro entre las noches y los días.
Iglesia de Santa María la Blanca en Villalcázar de Sirga (Palencia)
Llamada todavía de Santa María de Lito (por ser el nombre de la localidad hasta el siglo XVII), es un templo-fortaleza empezado a construir a finales del siglo XII, en la transición del románico al gótico, y terminado en el siglo XIV.
Hito del Camino de Santiago por ser uno de sus centros religiosos más importantes y vinculado a la Orden del Temple, reviste un gran interés artístico, siendo los elementos más destacados el conjunto escultórico de la portada, la colección de sepulcros policromados en el interior y el retablo mayor.
Tal fue su importancia para diferentes monarcas, que el rey Alfonso X se inspiró en ella para componer doce de sus famosas Cantigas de Santa María.
Lago de Sanabria (Zamora)
El Camino Sanabrés es uno de los trayectos menos conocidos del Camino de Santiago, por lo que suele tener menos tránsito y el silencio se convierte en un fiel compañero, el menos hasta llegar al Parque Natural del Lago de Sanabria, que tiene cierta afluencia turística. Y no es para menos, porque se trata de una masa de agua de 1,5 kilómetros de ancho por 3 de largo, de origen glaciar.
Constituye, en sí mismo, el sistema lacustre de origen natural de mayor tamaño en toda España.
Este territorio fue declarado Parque Natural en el año 1978 y en él también abundan las lagunas y los valles plagados de una frondosa vegetación de impresionante belleza. Hogar de multitud de especies animales, entre las que destaca la nutria, además es hogar de multitud de especies de anfibios, como las salamandras o los tritones.
Dentro del Parque se encuentran varios lugares de interés histórico y artístico, como el monasterio de Santa María en San Martín de Castañeda o el conjunto de arquitectura popular “Las Casas del Parque”.
Iglesia de San Nicolás de Bari en San Juan de Ortega (Burgos)
Esta localidad burgalesa cuenta con tan solo 18 habitantes y pertenece al Ayuntamiento de Barrios de Colina. El Camino de Santiago hace de este pequeño pueblo un punto de encuentro, situado en un entorno tranquilo y rico en patrimonio cultural y medioambiental.
La iglesia parroquial San Nicolás de Bari, del siglo XII, fue construida por el beato Juan de Ortega para agradecer a este santo que le salvara de morir en un naufragio a la vuelta de su peregrinaje a Jerusalén.
En su origen fue un refugio sencillo que servía para acoger a algunos peregrinos y como casa de amigos y familiares que le ayudaron en su obra, muy difícil debido a las complicaciones que le pusieron los ladrones de la zona, llegando a amenazarle de muerte. Aun así, el santo consiguió terminarla alrededor de 1120 y guardar en ella las numerosas reliquias que había traído de los santos lugares y de Santiago.
De estilo románico, en los dos equinoccios, un rayo de sol ilumina a las 5 de la tarde el capital de la Anunciación, apreciándose que la Virgen María se dirige a la luz y no a San Gabriel como es tradicional.
San Juan de Ortega es uno de los hitos más auténticos y que mejor ha conservado el espíritu jacobeo de todo el Camino de Santiago. El conjunto urbano actual es absolutamente evocador. Por su apartada ubicación pervive en él un ambiente de peregrinación acrecentado por la restauración de sus edificios.
Puente de los caballeros de Hospital de Órbigo (León)
El puente del Paso Honroso es uno de los pasos fluviales más antiguos y largos del Camino Francés. Su popularidad se debe a la promesa que el caballero Suero de Quiñones hizo a su amada, en 1434, de proteger el puente desde el 10 de julio hasta el domingo de Santiago, rompiendo las lanzas de todos los nobles e hidalgos que intentasen atravesar el río Órbigo, lo cual se tradujo en la destrucción de 300 picas de 68 caballeros italianos, franceses, alemanes, portugueses y españoles, con la única baja del aragonés Esberto de Claramonte.
Se cree que los romanos construyeron en este lugar un puente que formaba parte de la Vía Aquitania que comunicaba Asturica Augusta (Astorga) con Tarrago (Tarragona) y que servía para transportar el oro de Las Médulas a través de Hispania.
Arco de San Miguel de Mazarreros en Sasamón (Burgos)
Dentro del municipio de Sasamón se encuentra la única estructura que queda de la que sería la entrada de una iglesia allí situada, siendo un ejemplo del patrimonio cultural de esta localidad.
Destaca por su arquitectura tardorrománica, además de su gran valor histórico, ya que forma parte de la antigua localidad de San Miguel de Mazarreros, la cual desapareció a finales del siglo XV.
Hoy en día, muchos son los peregrinos que deciden pasar bajo este arco en el Camino Francés hacia Santiago.
Pila Bautismal de Redecilla del Camino (Burgos)
Es la primera localidad burgalesa del Camino de Santiago. Lo más emblemático de este municipio es la célebre Pila Bautismal custodiada dentro de su templo parroquial dedicado a Nuestra Señora de la Calle. Esta magnífica pila data nada más y nada menos que del siglo XII, es románica y asemeja una ciudad amurallada con torres, almenas y ventas. En forma de copa, su arranque se consolida sobre un cuerpo de ocho columnas, de las que parten otras tantas torres. Sin duda, una auténtica maravilla, que merece una pequeña parada en la ruta hacia Santiago.
El pueblo se abandona atravesando el pequeño cauce del río Relachico, en cuyo entorno se localizó un hospital de peregrinos.
Puente de Itero del Castillo (Palencia)
El puente de Itero, Paso Itero, Puente Fitero o Ponteroso, se sitúa sobre el río Pisuerga entre Itero de la Vega e Itero del Castillo. Fue construido en tiempos del rey Alfonso VI para ayudar a los peregrinos a salvar el caudaloso río Pisuerga. Se realizó a principios del siglo XII, en estilo románico, aunque sufrió modificaciones en época gótica.
Este puente, siempre perteneciente a Itero del Castillo, tuvo una gran importancia estratégica, por lo que fue muy disputado en el Medievo, al ser el límite del condado de Castilla. Actualmente se perpetúa como frontera de las provincias de Burgos y Palencia.
Unos 200 metros antes de llegar al puente, el Camino de Santiago pasaba junto a la iglesia de San Nicolás, restaurada tras permanecer años en estado ruinoso por una cofradía italiana (Confraternità di San Giacomo di Compostela in Perugia). Esta abre altruistamente sus puertas (de mayo a septiembre) como albergue de peregrinos, bajo el nombre de “hospital de San Nicolás de Puente Fitero”. En la Edad Media, dentro de la atención sanitaria que se le ofrecía al peregrino en este lugar, destaca el lavatorio de pies, una práctica higiénica y necesaria, así como cargada de simbolismo cristiano.
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