El calor castellanoleonés en verano puede llegar a ser asfixiante y agobiante. Por eso, tendemos a buscar lugares en los que poder refrescarnos y desconectar. Parece mentira que en una comunidad de interior consigamos encontrar sitios así, pero existen. Y no tienen nada que envidiar a sitios de costa.
Esto es solo un pequeño ejemplo de los parajes naturales permitidos para el baño en Castilla y León:
1. Vega de Espinareda (León)
Se encuentra en el cauce del Río Cúa, con un puente romano y una pasarela de madera de fondo.
Esta playa fluvial, que cuenta ya con más de 70 años de historia, es una de las más grandes de la comarca del Bierzo y, por lo tanto, de las más concurridas de la provincia leonesa. Y es que se trata, sin duda, de uno de los reclamos turísticos más importantes de la localidad de Vega de Espinareda.
Con un paisaje inigualable, en medio de la naturaleza, esta playa fluvial ayuda a hacer más soportables las altas temperaturas de los meses de verano.
2. Arenas de San Pedro (Ávila)
Esta zona de baño, localizada al límite de la comunidad con Castilla La Mancha, consta de dos piscinas: una pensada para los más pequeños y otra para los más adultos de la familia.
Situada en la carretera del Hornillo, en pleno cauce del río Arenal, su acceso se encuentra correctamente indicado. Sus aguas son retenidas por una pequeña presa y dispone de duchas, escalerillas e incluso un trampolín. Alrededor de las piscinas hay una pradera de césped, en la cual no está permitido comer, entrar con perros y jugar.
Un poco más arriba, también se puede disfrutar del Charco de la Chiva, que cuenta con aparcamiento y restaurante, junto a unas barbacoas bajo la sombra de los pinos, lo que le convierten en el lugar escogido por muchos veraneantes.
A tres kilómetros, se encuentra el Charco de la Tinaja, que dependiendo del caudal del río puede llegar a formar cascadas de gran belleza.
3. Playas Blancas en Mombeltrán (Ávila)
Pese a su nombre, no son playas ni tienen arena blanca. Pero se tratan de unas hermosas pozas naturales de una arena hecha de pequeños fragmentos de granito, que hacen que el agua refleje un misterioso tono negro.
Además, después de darte un buen baño, puedes aprovechar el viaje para pasear por la ribera del río y, al cruzar la carretera, visitar los restos de la calzada romana.
4. Parque Natural Lago de Sanabria (Zamora)
El mayor lago de origen glaciar de Europa está formado por una bolsa de agua de 51 metros de profundidad máxima y una extensión de 3 kilómetros por su lado más largo.
Este paraje natural ofrece rincones de excepcional belleza y disfrute a partes iguales. Por ello, son muchos son los bañistas que se dejan caer por la zona para hacer frente a las elevadas temperaturas estivales.
El Lago de Sanabria cuenta con cuatro grandes playas fluviales para poder hacer frente al calor veraniego: Arenales de Vigo-Los Enanos, El Folgoso, Custa Llago y Viquiella.
5. Piscina Natural Río Tormes (Salamanca)
A orillas del Tormes, irrumpe un paraje natural de gran belleza, ubicado en Puente del Congosto. Una zona de baño natural donde sus aguas dulces y su riqueza natural la convierten en un verdadero reclamo en la época estival.
Enmarcada en la comarca de la Sierra de Béjar, esta gran piscina natural se muestra en forma de pozas, ideal tanto para el baño como para la pesca. Además, está acondicionada con varios servicios (aparcamiento, aseos y chiringuitos) para que podamos relajarnos y que, tanto niños, como mayores, puedan disfrutar al máximo.
El río Tormes posee zonas de aguas tranquilas para dar paseos en canoa, una actividad que no presenta ninguna dificultad y que tampoco requiere preparación previa, solo saber nadar.
6. Zona de Baño Río Duero (Soria)
Situada en el municipio de San Esteban de Gormaz, esta piscina natural ofrece al visitante, además de un entorno natural espectacular, la opción de disfrutar de deportes acuáticos.
Un bonito lugar donde poder disfrutar de tú a tú, del río Duero... Además, aquí nace la denominación de origen Ribera del Duero, por lo que no hay mejor lugar donde disfrutar de una buena copa de vino.
7. Risquillo (Sierra de Gredos, Ávila)
Formada con las aguas del río Pelayo, en la localidad obulense de Guisando, constituye una charca con tonos verdosos. El Ayuntamiento del municipio ha acondicionado una presa de hormigón para que se forme esta piscina, fantástica para soportar el calor sofocante del verano.
Concretamente, se encuentra cerca del área recreativa Casa del Parque, que dispone de un aparcamiento muy amplio. La mayoría de sus visitantes son gente local y la presa forma una bajada de cemento para poder tumbarse y tomar el sol tranquilamente.
La Casa del Parque El Risquillo es una zona de recreo infantil y juvenil en la que se realizan diferentes actividades deportivas relacionadas con la naturaleza de la Sierra de Gredos. En ella se pueden encontrar también todos los itinerarios disponibles, además de todos los valores naturales y de las curiosidades que el visitante necesite saber.
8. Playa de Pita (Abejar, Soria)
No tiene olas, pero muchos la disfrutan como si fuera la de un auténtico mar de interior. El embalse de la Cuerda del Pozo, que también recibe el nombre de La Muedra en recuerdo al pueblo que hubo que sumergir para su construcción y cuya torre de la iglesia todavía despunta cuando está bajo, es uno de los seis grandes embalses de la cuenca del Duero y el único que regula a este río en su cabecera.
La playa de Pita es su playa oficial. Por ello, cuenta con embarcadero, chiringuito, camping, parque infantil, arena fina, patines de agua y empresas que organizan un rato de piragua, velero o windsurf.
Una vez terminado el rato playero, la zona cuenta con un gran número de cosas que ver y hacer, ya que el embalse se enclava en el corazón del mayor pinar de pino silvestre de toda Europa. Del entorno sobresalen las localidades de Vinuesa y Molinos de Duero, con notables muestras de arquitectura tradicional. Un paraje natural sobresaliente es la también cercana Laguna Negra, cuyos misterios Machado retrató en su poema “La Leyenda de Alvargonzález”.
9. Embalse de Ruesga-Cervera (Palencia)
Es, junto al embalse de Aguilar de Campoo, una de las dos zonas consideradas aptas para el baño en la provincia de Palencia por la Junta de Castilla y León.
El de Ruesga es, además, uno de los más antiguos de toda la Comunidad, debido a que fue construido en 1923 con la finalidad de controlar las avenidas del río Rivera, almacenar agua para regadíos y, junto a otros, poder regular mejor los aportes que precisa el Canal de Castilla.
Por contra, también es uno de los más pequeños de España, ya que embalsa unos 11 hectómetros cúbicos de agua en 106 hectáreas de superficie. Esto puede crear una sensación de pequeño lago que ha sido motivo de numerosos accidentes.
Por lo tanto, no hay que confiarse en exceso ni salir de la zona recomendada para el baño porque en algunos puntos tiene hasta 20 metros de profundidad.
10. Molinaseca (León)
Al realizar el Camino de Santiago, una parada obligada podría ser una de las mejores piscinas naturales de la Comunidad, ubicada en el municipio leonés de Molinaseca, en El Bierzo.
Para entrar en el pueblo los peregrinos tan solo deben cruzar el río Meruelo por el puente románico. Junto a él se ubica la mencionada piscina natural del río.
Estas son las 10 playas y piscinas naturales elegidas por nosotros, pero la Comunidad posee muchas más. ¿Las conoces? ¿Cuáles son tus favoritas?
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