A menos de 40 kilómetros de León, se alza uno de los castillos más destacados de la provincia leonesa. Situado entre la vega del río Esla y los Oteros, en continuo desarrollo y crecimiento, Valencia de Don Juan ya se ha convertido en un lugar ideal para disfrutar del entorno, la naturaleza y el descanso, sin dejar de lado el ocio y entretenimiento.
Un poco de historia
Para conocer los orígenes de esta ciudad leonesa, hay que remontarse más de 3000 años atrás, hasta un asentamiento que tuvo lugar en el emplazamiento que actualmente ocupan la zona de las ruinas del castillo, el parque de los patos y el colegio. Aunque ya estuvo ocupado desde al menos la Edad del Bronce, según se pudo conocer a través de diferentes excavaciones arqueológicas.
Identificada con la antigua Coyanza, fortaleza de los suevos, fue tomada en 996 por Almanzor, celebrándose en sus tierras el denominado Concilio de Coyanza en el año 1050. Este fue convocado por el rey Fernando I y estableció reglas de convivencia y religiosas para los súbditos de los reinos.
El nombre de Valencia aparece por primera vez en unas cartas de la reina doña Berenguela, aunque la parte de Don Juan se le otorgó para distinguirla de otras Valencias (tomó el nombre del infante don Juan, hijo del Rey Alfonso X). Antes de eso tuvo distintas denominaciones, como Valencia de León o de Campos.
Qué ver
Castillo
De estilo gótico-militar, esta fortaleza se ha convertido en el principal símbolo de Valencia de Don Juan. Juan de Acuña y Portugal y su esposa Teresa Enríquez lo mandaron construir en el siglo XV, aunque doscientos años después fue abandonado. Por eso, con el pasar de los años, este castillo ha sufrido las ruinas de sus fuertes muros y desintegración de diversos espacios en su interior. Sin embargo, ha logrado mantenerse durante el tiempo, siendo considerado patrimonio de la Coyanza.
Es un edificio tan impresionante que se puede apreciar desde la entrada en la ciudad, incluso visitar sus ruinas y disfrutar de su fuerte muralla y enormes torres. Además, desde el puente del río Esla es posible observar sus interiores, los cuales se encuentran completamente vacíos. Lo único que se ha conservado es su torre del homenaje, donde se puede realizar un importante recorrido histórico de la historia de la comunidad de Valencia de Don Juan muchos siglos antes de la construcción del castillo.
Tampoco hay que olvidarse de sus alrededores, perfectos para disfrutar de un bonito paseo con vistas al río o el monumento dedicado a los donantes de sangre.
La fotografía invertida del castillo sirvió de modelo en la película de Monty Phyton de 1975 y el Santo Grial para recrear Camelot y la Corte el rey Arturo
Plaza Mayor
De amplias dimensiones y reformada durante los últimos años, constituye un lugar perfecto para sentarse a leer, disfrutar del aire fresco, observar sus fantásticos alrededores o descansar tras recorrer sus bonitas calles.
Este lugar está rodeado de preciosas casas castellanas y establecimientos populares. Además, durante el invierno, la plaza se convierte en el epicentro de diferentes actividades recreativas y culturales.
Iglesia de Nuestra Señora del Castillo Viejo
Esta icónica iglesia fue construida en el siglo XVI y en su interior se puede admirar la espectacular escultura de la Virgen de Nuestra Señora del Castillo Viejo, una obra de arte tallada sobre piedra durante el siglo XII, en el taller de esculturas de la Catedral de León. Su localización no tiene pérdida, ya que se encuentra ubicada al lado del castillo.
Iglesia de San Pedro Apóstol
En plena Plaza Mayor se puede disfrutar de la iglesia más popular de este histórico pueblo. Está construida en piedra y tiene dos torres campanario de planta cuadrada de estilo herreriano a ambos lados de la fachada principal. La portada tiene unas columnas salomónicas y en una hornacina se apoya la imagen de Santiago Apóstol. En el interior, el retablo del altar mayor fue realizado por Guillermo Doncel en el siglo XVI.
Edificio Centinela
También conocido como “La casa de Batman” o “La casa interminable”, debido a que su constructor, Santiago Nava, la empezó a edificar en 1990. Es un inmueble de ocho octágonos y paredes de tapial y muchos cantos redondeados.
Llama la atención por su curiosa arquitectura y su silueta se contrapone totalmente a la del castillo medieval, demostrando los contrastes y estilos diferentes que se pueden encontrar en la localidad.
Piscinas
No forman parte del patrimonio histórico de Valencia de Don Juan, pero sí que se ha convertido en uno de sus reclamos turísticos principales, ya que cada verano reciben a cientos de visitantes de diferentes ciudades y comunidades.
El recinto dispone de una piscina olímpica, otra infantil y una lúdica con toboganes, además de una zona de ocio familiar y juegos acuáticos interactivos. Todo esto sumado a más de 130.000 metros cuadrados de zonas verdes y canchas para la práctica de diversos deportes, hacen de lugar un enclave perfecto para pasar un día entero con el fin de descansar y pasarlo bien. Todo un referente veraniego de la provincia.
Gastronomía
La riqueza de la tierra donde se encuentra ofrece a Valencia de Don Juan la unión perfecta entre la cocina tradicional y los vinos propios de la comarca, utilizando como base productos ganaderos y agricultores de gran calidad.
Su cocina es casera y sencilla, pero con una carta de platos extensa y variada, como por ejemplo, el bacalao al molinero, las sopas de ajo, cocido, potaje, batallones (patatas guisadas con rabo de novillo, liebre conejo, costilla de cerdo o bacalao curado), empedraos (batallón con arroz), lentejas, embutidos variados, cordero asado en horno de sarmientos... Sin olvidar sus quesos: amanchegado prensado y maduro, curado o semicurado, de oveja, de mezcla...
Mención especial se merece el vino de la comarca, joven de bodega y trasiego, realizado de uvas “prieto picudo”, con un toque entre recio y afrutado. También hay sitio para los más golosos, con su arroz con leche, natillas, flan de huevo, torrijas, buñuelos de viento, orejas en Carnaval, rosquillas de pan o de Pascua, o empionaos y almeandraos.
Rutas
Vía Verde del Esla
Distancia: 22 km (ida y vuelta)
Tiempo estimado: 5 horas y 5 minutos
Punto de salida: Valencia de Don Juan
Ciclabilidad: sí
Dificultad: Baja
Época recomendada: Todo el año
Por el antiguo trazado del ferrocarril de vía estrecha que unía Medina de Rioseco y Palanquinos, se ha recuperado el trayecto que junta Valencia de Don Juan con Castrofuerte. El firme es de tierra compacta y se encuentra jalonado por numerosos puentes de madera que cruzan pequeños valles, arroyos, etc. La totalidad del itinerario tiene pendientes mínimas, por lo que resulta adecuado para todo tipo de caminantes, independientemente de sus aptitudes físicas.
La ruta comienza al norte de Valencia de Don Juan, discurriendo próxima a la urbanización Valjunco, hasta la antigua estación de ferrocarril de la ciudad. Una vez recorrida la ciudad y dejándola atrás, el camino continúa paralelo a la carretera que se dirige a Castrouferte. El itinerario se encuentra flanqueado por varias especies arbóreas y arbustivas, como el espino albar o majuelo, almendros, escobas o chopos. Existe un área recreativa, dotada de bancos y mesas, que permite hacer un alto en el camino y disfrutar de la tranquilidad del entorno.
Continuando la ruta, se encuentra Castrofuerte, donde la presencia del antiguo apeadero de ferrocarril advierte sobre la proximidad del final de la ruta. En esta localidad se pueden observar los numerosos palomares existentes y las diferentes formas y tipologías de estos.
Ruta de los castillos por la Ribera del Esla
Distancia: 17,7 km
Tiempo estimado: 4 horas y 45 minutos
Punto de salida: Valencia de Don Juan
Ciclabilidad: sí
Dificultad: Media
Época recomendada: Todo el año
El Sendero de los Castillos es una ruta de circular que transcurre desde Valencia de Don Juan hasta Toral de los Guzmanes y regresa al punto de partida por San Millán de los Caballeros. Esta ruta sigue la ubicación e historia de dos de sus principales castillos.
En el sur de la provincia de León se extiende una cadena de castillos y fortalezas que prácticamente se alinean formando un baluarte defensivo desde el río Esla al Órbigo, estando todos ellos declarados Bien de Interés Cultural.
En Valencia de Don Juan se localiza el Castillo de Coyanza, ya comentado con anterioridad; mientras que en la ribera del Esla se encuentra el Castillo-palacio de Toral de los Guzmanes. Este se trata de una fortaleza de planta cuadrada cuya peculiaridad es su construcción con tapial, reforzada con piedra y ladrillo. Actualmente está rehabilitado y en él se sitúan dependencias municipales y otras dependencias, como un pequeño museo etnográfico y el museo del Botijo.
Sin duda, en Valencia de Don Juan no tendrás tiempo para el aburrimiento. Es el destino ideal para amantes de la diversión, pero también para quienes deseen mantenerse en total conexión con la naturaleza. Para visitarlo, os recomendamos que lo hagáis con tranquilidad, dejando que el tiempo pase sin prisas, degustando sus calles y comidas, parando a admirar su impresionante arquitectura y dejando que la mente aprenda un poco más sobre la extensa historia que tanta huella ha dejado en la localidad.
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