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  • Foto del escritorRebeca Díez

Coca, un regreso a la época medieval

El municipio segoviano cuenta con una de las más hermosas muestras del arte gótico-mudéjar español, un castillo del siglo XV, levantado en ladrillo y calificado como Monumento Nacional. Sin embargo, Coca ofrece a quien de verdad busca, un sinfín de rincones incomparables.

Muralla de Coca
Muralla medieval de Coca. Foto: EnPueblo

Segovianos, vallisoletanos e incluso madrileños tienen a tiro de piedra una villa singular. Los primeros a tan solo 50 kilómetros al noroeste, los segundos a diez kilómetros más mientras que 135kms distan de la capital española. Enclavada en la comarca natural de Tierra de Pinares, su historia, sus monumentos y su entorno natural hacen de este municipio un lugar acogedor en cada uno de sus rincones; el primero de ellos, su muralla medieval.


Doscientos metros de longitud son testigo hoy de la gran muralla que llegó a circundar, siglos atrás, la villa de Coca. Actualmente, se mantienen en pie cuatro torres flanqueantes, parapeto almenado y la puerta de entrada llamada puerta de Segovia o Arco de la villa, del siglo XII, una de las tres que existieron en otro tiempo.



El sur de la puerta tiene tres arcos abocinados, con un alfiz de ladrillo y arco rebajado, mientras que la parte superior está coronada por seis ventanales de ladrillo. En su parte norte, posee una entrada que da lugar a la única dependencia situada encima del arco y que fue utilizada como cárcel de corregidores y posteriormente como prisión de la villa. Las otras dos entradas fueron, la Puerta de San Adrián o puerta norte y la puerta mediana o Puerta Oeste. El castillo de Coca cuenta con un pequeño fragmento de muralla, de unos treinta metros, que se prolonga por la pared interna de la fortaleza.


Iglesia de Santa María la Mayor de Coca
Iglesia Santa María la Mayor. Foto: EnPueblo

La localidad segoviana llegó a contar con, al menos, nueve iglesias de las cuales tan solo se conserva completa la iglesia de Santa María la Mayor, del siglo XVI. El cuerpo de la nave tiene forma de cruz latina y su muro está realizado en ladrillo. Los contrafuertes, las columnas interiores, los nervios de la bóveda y las ventanas son de piedra caliza.


Poco queda de la iglesia más antigua de Coca y un ejemplo más de arte mudéjar en la villa. Tan solo la torre de San Nicolás de planta cuadrada y del siglo XII, construida en mampostería y ladrillo. A finales del siglo XVIII, la iglesia quedó completamente en ruinas y posteriormente, declarada Monumento Nacional en 1931. La verticalidad de cada una de las caras de la torre está recorrida por un machón que se estrecha en su parte más elevada. En la mitad inferior, se divisan cinco pisos de arquillos ciegos dobles. En la mitad superior, cuatro pisos de arquillos también dobles, están abiertos en aras de aligerar peso de la parte más alta.


 Torre de San Nicolás de Coca
Torre de San Nicolás. Foto: EnPueblo

Levantados sobre los ríos Eresma y Voltoya, los puentes ‘Grande’ y ‘Chico’ forman parte de una visita obligada. El primero, construido en 1630 por el arquitecto segoviano Bartolomé de Buezas, es de un solo ojo con arco de medio punto, construido en sillares de piedra caliza, con algunos tramos de mampostería de pizarras. El segundo data de la época medieval aunque con sucesivas reconstrucciones. Es de mampostería, con dos ojos apuntados, en piedra y pizarra en la parte superior.


El tiempo siempre resulta un aliado para esta localidad. Coca es otra historia porque siglo tras siglo, cultura tras cultura que le han aportado su huella, se ha ido construyendo como una villa maravillosa y enamorada de sus tesoros.




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