Íscar cuenta con una oferta cada vez más amplia de eventos que atraen a foráneos a la localidad, en un intento de paliar los males de la crisis
Al principio fue el Torneo Internacional de Baloncesto, que se disputa en categoría masculina cadete. Más, tarde, por iniciativa de Los Gatos, los futboleros sumaron la Íscar Cup, de categoría benjamín. Y desde el pasado mes de marzo, Íscar tiene su propio torneo de balonmano, que, al igual que los anteriores, pretende convertirse en una referencia en el calendario de los clubes de formación en este deporte y en el de la localidad. Por el camino, por si esto fuera poco, diferentes actividades han ido convirtiendo al frontón de la villa maderera en uno de los más conocidos de la provincia. Todo con un mismo fin: aprovechar los recursos propios y permitir que el deporte sea un paliativo a la crisis a través del turismo que atrae.
Alfredo Muñoz, teniente de alcalde y concejal de deportes del municipio, es una de las voces más autorizadas para hablar de esta apuesta decidida por el deporte que desde Íscar se viene haciendo, principalmente en estos últimos años, en los que la citada Íscar Cup ha dado máxima repercusión al pueblo (más aún tras el acuerdo con LaLiga Promises, proyecto incipiente de la Liga de Fútbol Profesional, y gracias a su retransmisión por televisión).
Como lo último sucedido ha sido, sin embargo, el I Torneo de balonmano base Villa de Íscar, cabe preguntar en primer término por este, que, unido al Memorial Pedro Sánchez Merlo, trajo un impacto importante a la hostelería local durante la pasada Semana Santa.
“La valoración que hacemos desde el ayuntamiento es positiva. Tuvo una buena acogida, tanto a nivel local como en el número de personas que vino a acompañar a los equipos participantes, y que se dejaron notar en el municipio”, manifiesta el edil, contento con que la apuesta por una disciplina con la que hasta este 2016 no estaban trabajando haya merecido la pena.
No la estaban trabajando… desde el punto de vista de la ‘publicidad’. Porque, como él mismo recuerda, “el balonmano lleva ya un tiempo haciendo labores de formación y concentraciones en Íscar”. Motivo de más para que el consistorio se sumara a la iniciativa del Club Balonmano Castilla. “Este campeonato es una forma de seguir apoyando al balonmano, de darle continuidad al trabajo que se viene haciendo y de dotarle de visibilidad con algo más abierto al público”, considera.
Asimismo, este último torneo vino a ser parte del aprovechamiento de los recursos disponibles por la Villa, que se ponen de manifiesto en otros eventos deportivos. El día en que comenzaba coincidía con la conclusión de la Íscar Cup, lo que elevaba el número de camas ocupadas en el pueblo y permitía a la residencia juvenil continuar con su uso, y por tanto, trabajo.
Esta residencia forma parte de las buenas infraestructuras que hacen de Íscar una localidad propicia para el desarrollo de estas actividades, como el Recinto Ferial, el Pabellón Municipal, los campos de fútbol o, incluso, llegado el momento, quizá una plaza de toros que podría dar cabida a otro tipo de evento deportivo. Con respecto a los casos más recientes, Alfredo Muñoz es claro: “Las infraestructuras con las que contamos se complementan muy bien con estas actividades de grupo, que tienen mucho tirón a nivel deportivo y formativo”.
Pero, como se ha dicho al principio, la organización de estas actividades encierra un fin más, más económico, entendido en un buen sentido. El consistorio del municipio viene a fomentar, con todo esto, algo que se podría denominar turismo deportivo, y que dinamiza la localidad desde distintos ámbitos.
“Eventos de este calibre tienen un importante impacto económico en la hostelería del municipio. Y además, es una forma transversal de ligar el impacto deportivo con otro turismo, como puede ser el gastronómico, el cultural o el histórico“, reconoce Muñoz. Por poner un claro ejemplo: los participantes del I Torneo de balonmano base Villa de Íscar visitaron durante una de las jornadas, en uno de sus momentos para el esparcimiento, el castillo de la localidad.
“Es una forma de que se conozca Íscar y de fomentar la participación, la presencia y el conocimiento del municipio”, concluye Alfredo Muñoz, con palabras que vienen a cerciorar que estos campeonatos son algo así como un paño caliente frente al azote de la crisis, que todavía se deja sentir en una localidad que estaba ligada de manera estrecha al sector de la construcción.