Situado a 52 kilómetros de Valladolid, Campaspero está inmersa en la comarca de la Tierra de Cuéllar, y si por algo destaca la localidad es por su abundante piedra, que tiñe sus calles de un reluciente blanco muy característico.
1. Es la localidad más alta de la provincia vallisoletana debido a su situación privilegiada sobre los páramos conocidos como “los altos de la mula”.
2. Los comienzos de la villa se pueden deber a la repoblación del siglo XI en el Valle de Duero, en torno al convento de Santa María de Oreja, actualmente en ruinas. Hasta el siglo XVIII Campaspero no era más que una aldea; fue el abandono de Minguela, un pueblo cercano, la construcción de una nueva iglesia y la reputación de la piedra campasperana lo que provocó su progresivo crecimiento, superando los 2000 habitantes en el siglo XX.
3. Es la única localidad vallisoletana perteneciente a la comarca histórica de la Churrería, que debe su topónimo a la ovejas churras que pastaban por los ásperos páramos que comprende esta comarca. Es la pertenencia a la churrería lo que define la gastronomía de Campaspero, centrada en su famoso lechazo churro, del que se dice que es el mejor lechazo elaborado en toda España (si no se lo creen, pasad por el restaurante Mannix).
4. La principal protagonista de la arquitectura del pueblo, es la piedra caliza, que ornamenta además de la mayoría de las casas del municipio, la Iglesia del siglo XVIII de Santo Domingo de Guzmán y la Casa Consistorial. Gracias a la solidez de su piedra, Campaspero goza de fama internacional, siendo la cantería el principal sector económico del pueblo. Muchos de los edificios de la provincia de Valladolid y Segovia están construidos con piedra campasperana: destacan el castillo de Peñafiel, la Catedral de Valladolid, la fachada de la Universidad de Valladolid o el castillo de Cuéllar.
5. Destaca también, el predominio del apellido García en las gentes de Campaspero, ocupando la mayor parte de la toponomía de la población, seguido muy de lejos por los apellidos Hernando o Arranz. Esta peculiaridad tiene su origen en la práctica de la endogamia por el aislamiento geográfico de la localidad en el pasado.