Seguro que muchos de vosotros habéis escuchado alguna vez esta frase. Esto se debe a que el famoso monasterio segoviano es un gran atrayente para los visitantes, que buscan en él y en sus alrededores un lugar lleno de paz y tranquilidad.
El Santuario de Nuestra Señora del Henar se sitúa a unos 5 kilómetros de Cuéllar y constituye el centro de devoción más importante de toda la comarca. Pero, sin duda, lo que le hace tan especial es el conjunto que forma junto a la zona recreativa de sus alrededores. En ella se puede disfrutar de una gran pradera, árboles, merenderos… que logran atraer a personas de todas las edades y de diferentes lugares.
Construido en el siglo XVII, el templo debe su culto a la Virgen del Henar al párroco del municipio vallisoletano de Cogeces del Monte, Don Juan Rodrigo. La edificación es de mampostería, con planta de cruz latina sobre la que se sitúa una sola nave. Dentro se encuentra la talla de la Virgen, que data del siglo XII, aunque fue retocada cuatro siglos después. Además, en su recinto se ubica la Fuente del Cirio, lugar en el que según cuenta la tradición estuvo oculta la imagen desde la invasión de los almohades hasta la fecha de su aparición.
El Henar puede presumir de recibir más de 250.000 personas al año, repartidas entre sus numerosas excursiones y la tradicional romería, una de las más concurridas de Castilla y León. Esta se celebra el domingo anterior a la fiesta de San Mateo, entre el 15 y 20 de septiembre. Llama la atención el momento de la salida de la Virgen por su emotividad y conmoción. Después se realiza la procesión por la pradera y un canto de la salve popular ante la Virgen, situada en el grandioso pórtico de la iglesia. Además, existen otro conjunto de fechas en las que se acude al mismo lugar, como la Fiesta de los Resineros (la Virgen del Henar es su patrona), el Carmen, Santiago o la fiesta de la juventud.
Pasado y presente; religión y naturaleza; se unen para hacer de El Henar un lugar incomparable. Un espacio de encuentro para amigos, familias o parejas que desean pasar un día alejados de la ciudad, rodeados de un ambiente más relajado y distendido. Sin duda, es un paraje inolvidable para todas todos aquellos que deciden dejar por un momento la rutina y disfrutar de la naturaleza.