El término municipal de Ataquines llega hasta el Valle del Adaja, lugar en el que se ha instalado un pequeño merendero.
1. A pesar de que existen diferentes explicaciones sobre su nombre el que más adeptos gana es debido a los numerosos cerros que lo rodean y que son conocidos como ataquines. La otra explicación, con una mezcla de mofa e historia, cuenta que cuando pasó Isabel la Católica hacia Arévalo, se le desató un zapato y le dijo a su doncella que se llamaba Inés: “Ata aquí Inés”.
2. Dentro del pequeño cerro se ubica el conjunto urbano donde se eleva la esbelta estampa de la torre que junto que con el edificio anexo conforma la Iglesia de San Juan Bautista. Barroca del siglo XVII está construida en ladrillo, en el lugar que ocupó un castillo. En su interior se encuentra la Virgen de la Morenita, antes era de color oscuro.
3. Celebra las fiestas de la Degollación de San Juan Bautista en la última semana de agosto, con diversos actos taurinos. A las novilladas hay que unir los encierros que en muchos casos llegan a durar hasta tres horas.
4. Las fiestas de la Virgen de la Morenita el día 3 de mayo y la de la Matanza el Martes de Carnaval llaman a los visitantes. En las primeras se organiza una populosa procesión con orquesta y bailes de la gente, aparte de un tradicional y curioso sorteo de tartas y corderos. En Carnaval se realiza una comida para todo el pueblo con un cerdo que se mata el día antes.
5. La gastronomía de Ataquines es conocida por el cochinillo, que constituye uno de sus platos estrellas. Junto con el vino de la tierra puede resultar un manjar de la Tierra de Pinares.