El 13 de diciembre, un viernes frío en la provincia vallisoletana, nos acercamos hasta Aldeamayor de San Martín para hablar con su alcalde, Bernardo Sanz.
Sospecha que nació con la vocación de ser político porque a los 29 años ya era alcalde. Él estrenó la democracia en 1979, cuando la situación no era muy favorable, ya que, los partidos políticos empezaban a aparecer, había un miedo generalizado… Bernardo Sanz asegura que “había que ser arriesgado para embarcarse en esas tareas”.
En la actualidad, Aldeamayor de San Martín tiene censados casi 5000 habitantes. Esto es posible gracias a que sigue aumentando la población. Además, con matrimonios jóvenes, de entre 25 a 40 años. Por ello, también se incrementa el número de alumnos que asiste al colegio. Esto les obliga a hacer ampliaciones del colegio, que actualmente cuenta con 34 aulas. Es prácticamente nuevo y está hecho en cuatro fases por el incremento de aulas. El alcalde nos cuenta que el Ayuntamiento está construyendo 6 porque la Junta no tiene dinero para pagar la obra. Por ello, han llegado a un convenio por el que el Ayuntamiento de Aldeamayor anticipa el coste y la Junta se lo devolverá en un futuro. “Cosa rara que hagamos de prestamistas de la Junta de Castilla y León”, se extrañaba el alcalde.
El impulsor de la sociedad
En cuanto a la sanidad, el municipio vallisoletano dispone de un centro de salud local, dos médicos y una enfermera, aunque pronto se incorporará otra más. La única dificultad es la dispersión de la población, ya que, para asistir a una urgencia fuera del casco viejo (es decir, en Soto o Aldeamayor Golf), el médico tarda mucho tiempo en llegar y tiene que usar su vehículo propio. Pero, aun así “la gente está contenta” asegura Bernardo Sanz.
Aldeamayor de San Martín se caracterizó siempre por el tema de la construcción. “Hay muchos emprendedores, que aprendieron la vocación, de ser albañiles” nos refería Bernardo Sanz en cuanto a la principal actividad económica. Bien es verdad que son pequeñas empresas, pero en estos momentos la construcción está pasando por malos momentos. Por desgracia, muchas de esas personas están en el paro. Por otro lado, la agricultura es menos importante. “En los años 80, habría unas setenta personas dedicadas a ello, actualmente, no creo que pasen de diez” expresaba. A esto, hay que sumarle que la población de Aldeamayor se ha formado mucho mejor. “Ha crecido, no solamente en habitantes, sino en educación y formación, algo muy importante” concluía el alcalde.
Recuperar las tradiciones
Además, en el entorno de San Martín se celebra una Semana Cultural de 10 o 12 días, con actividades de todo tipo: teatro, concursos, talleres…Y para todas las edades. Hay muchas celebraciones más, como la Noche de Juan, los carnavales o las “veladas del verano” los sábados. Y catorce asociaciones de todo tipo que ayudan a llevar a cabo dichas actividades.
Otra tradición es la de acudir a la Ermita de la Virgen de Compasco. El nombre se debe a que, parece ser que la Virgen se apareció allí a un pastor y le mandó que hiciese esa Ermita. Todos los vecinos van allí el primer domingo de septiembre. Es un entorno muy bonito entre los pinares y hay una gran vocación por la Virgen de Compasco, ya que, es la patrona del municipio.
La necesidad de la política
Sobre el tratamiento de la política nacional y regional a los municipios, Bernardo Sanz asegura que no se atreve a decir que sea inadecuado. Podría decir que es escaso. Cree que las personas acuden a los Ayuntamientos porque los ven más cercanos que las Diputaciones. “Desde la cercanía se resuelven mucho mejor los problemas”. Y reivindica la importancia de los Ayuntamientos: “El alcalde y los concejales de cualquier pueblo tenemos una tarea importante en la sociedad”. Además, les dan soluciones que en otras instituciones tienen menos resultados. “Pediría que las instituciones superiores a los Ayuntamientos deberían de transferir competencias y recursos”, asegura el alcalde.