1. Con la llegada del 26 de septiembre, todas las miradas se centran en Mayorga en la casa de Ángel Fierro, lugar de salida del vítor, una especie de estandarte que la villa dedica a Santo Toribio. Tras conducirle hasta la iglesia, comienzan las llamadas vísperas. Esa misma noche, se procede a la quema del “cubo”, donde se introduce el eje de un carro de madera. La quema simboliza todas las ciencias que el santo estudió. Y marcan el preludio del gran festejo que se celebra el día 27 : la fiesta del Vítor, declarada de Interés Turístico Nacional.
Ayuntamiento de Mayorga
Es el repique de campanas, la música y los cochetes los que anuncian el comienzo de la procesión cívica El Vítor. Toda la localidad, ataviada con ropas viejas, sombreros de paja y guantes esperan con emoción la salida del santo de la iglesia. En esos momentos, cada vecino lleva largos varales de los que cuelgan pellejos de vino que, una vez prendidos, comienzan a gotear pez ardiente.
La procesión va realizando paradas por las calles de Mayorga, momentos que se aprovechan para cantar el Himno. Los pellejos esperan a que se queme uno de estos fuegos de cuyo interior sale la estampa de Santo Toribio y Santa Rosa de Lima. Entonces, los mayorganos se ponen de rodillas para cantar la Salve. Con el fin de los fuegos, el Vítor se dirige al Ayuntamiento y posteriormente a la iglesia. Se apagan los pellejos encendidos y rinden el último homenaje del año a su santo. Un momento de pura emoción. De silencio. Y finalmente, se entona la Salve y el Himno a Santo Toribio.
Iglesia de Santa María del Mercado
2. El buzón más antiguo de España lo tiene Mayorga. Se encuentra en una casa particular de la localidad, situada en la calle Derecha. Y data, nada más y nada menos que del año 1793. Según los Anales de las Ordenanzas de Correos de España, es en 1762 cuando aparece la primera referencia escrita sobre los buzones.
En esos momentos, se estableció abrir una reja por donde echar las cartas, sin que nadie pudiera introducir la mano, con el fin de evitar hurtos. El edificio es de dos plantas y de estilo barroco del siglo XVIII. Pero hay que bajar la vista abajo, para fijarse en el buzón de piedra que lleva grabada la inscripción Coreo / Ano de / MDCCXCIII.